Rondan el cementerio

viernes, 5 de octubre de 2012

Despedida temporal

Hace mucho tiempo que no escribo nada aquí y creo que voy a seguir así una larga temporada. Las historias incompletas que abandono aqui las tengo en mi cabeza, de principio a fin, y sé que tanto "Sin Control" como "Hijos de la luz" necesitan reescribirse de principio a fin. No me gusta como están escritas, sé que puedo hacerlo mucho mejor y así lo haré, pero en estos momentos prefiero dedicarme a una vieja afición que tenía abandonada, y que es el dibujo de comics. Ni soy buen dibujante, ni pienso llegar a ningún sitio, pero entre mi hijo y yo vamos a sacar adelante una historia, yo con el guión y los dibujos, mi hijo con el coloreado.

Si alguien estaba siguiendo mis publicaciones, le invito a pasar por aqui para ver mi nuevo trabajo

https://www.facebook.com/LaGatitaPrincesaDeLaColaTiesa?ref=hl

No dudeis en darle a me gusta si quedais satisfechos.

Aparco al escritor zombi, si algún dia vuelve, será en este mismo blog. Un saludo y gracias.

martes, 19 de junio de 2012

SIN CONTROL capítulo 12

Hoy va a ser el principio del fin. Pienso ir a por ellos, Eva, y van a desear estar muertos con cada segundo de sufrimiento que les pienso regalar. Sus ojos reflejarán el miedo y el dolor que tu debiste de sentir. Les devolveré todo con creces.

Estoy en la habitación del hospital donde ella permanece ingresada. Al final reuní las fuerzas suficientes para venir a verla. Quería que supiera que estoy dispuesto a llegar hasta el final.

- Sé que tú y yo realmente no somos nada. Tuvimos algo pero no nos dieron tiempo a llegar más lejos... - le digo cogiéndole la mano - bueno, algo si que nos dio tiempo a hacer, recuerdo aquel día en tu casa,  fue fantástico, yo... me enamoré de ti y ahora no sé si volveré a poder hablar contigo, no sé que va a ser de mi a partir de esta noche y tampoco sé si algún día despertarás, espero que si y espero estar aquí para verlo

- No has pensado que igual yo no quiero verte - dice una voz. Miro a mi alrededor y no entiendo nada, No hay nadie más en la habitación - no has pensado que todo esto es por tu culpa.

Una mano sale de debajo de la cama y me agarra por el tobillo. Doy un paso atrás y me caigo al suelo. Veo una mujer arrastrándose por el hacia mi, dejando un reguero de sangre a su paso. Es Eva.

-No te has dado cuenta ¿verdad? - me dice mientras sus heridas emanan sangre - la culpa es tuya, toda tuya... ¡tuyaaaaaaaa!

- No, yo no te hice esto - le digo - fueron ellos, los mismos que casi me matan a mi

-Tendrían que haberlo hecho - me dice - así habría asistido a tu entierro y todo habría acabado ahí. Ya no significarías nada más para mi que el recuerdo de un buen polvo. Mira lo que me hizo ese tío... ¿te imaginas todo el dolor que tuve que soportar?

Doy unos pasos hacia atrás. Me duele la cabeza, esto no puede estar pasando.

- Ellos sólo querían dinero - me dice - si se lo hubieses dado no habría pasado esto, y el puto videojuego... ¡que me roban la consola...! joder, eres patético... si te hubieses quedado quietecito en lugar de intentar recuperar el puto videojuego...

- No había dinero, el Sr. Peleteiro me engañó - le digo - y el juego... yo.... me habían golpeado, no sabía lo que hacía, joder, tienes razón, por un puto videojuego... pero no había dinero, es cierto...

- ¡Yo no te engañé! - dice una voz conocida para mi - yo te dije que en esa caja había dinero... ¿que hiciste con él?

El Sr. Peleteiro sale de detrás de una cortina, semidesnudo. Le cuesta andar y a cada paso que da le cae una moneda del culo envuelta en mierda y sangre.

- Si que había dinero - me dice - te lo quedaste tú... ¡dame mi dinero!

El corazón me late a mil por hora, parece que me vaya a estallar de un momento a otro. Una sensación de calor inunda mi cuerpo. Siento un pinchazo enorme en el pecho. Creo que estoy a punto de sufrir un ataque.

- De eso nada jovencito - dice una señora mostrando un lector de código de barras  - no te morirás hasta que te haya metido esto por el culo...

- Nadie va a meter nada en ese culo más que yo, tengo algo pendiente - dice Crespo saliendo de las sombras - sabes, lo que me hiciste me gustó y he decidido que quiero compartirlo contigo. A ver si a ti también te gusta...

Yo me alejo arrastrándome hasta que mi espalda choca contra la pared. Veo acercarse a mi a un grupo que bien podrían pasar por zombis. Vienen buscando venganza, ansiosos por hacer conmigo todo lo que se les ocurra. De todos ellos, sólo uno me preocupa, el gesto de odio en la cara de Eva...

Abro los ojos y todo termina. Me despierto sudoroso en la habitación del motel donde me oculto. Me limpio el sudor con las manos y noto que mi frente está ardiendo. Ha sido la peor pesadilla que he tenido en mi vida. Me dejo caer en la cama intentando tranquilizarme cuando la puerta de la habitación se abre de golpe y veo dos caras conocidas entrando en ella. Uno de ellos me apunta con un arma.

- Joder, puta pesadilla de mierda, aún estoy dormido - digo en alto - si mal no recuerdo creo que vuestros nombres eran Logroño y Estévez...
- ¡Baja el arma Estévez! - dice el inspector Logroño mientras desvía el arma de su compañero con la mano para evitar que me siga apuntando.
-No pasa nada - le digo golpeando con los nudillos la placa metálica en mi cabeza - estoy acostumbrado a que me disparen, pero por favor, en la cabeza otra vez no

El agente Estévez se acerca apresuradamente y me golpea con su arma tirándome sobre la alfombra, cosa que me cabrea muchísimo pero consigo controlarme.

- Voy a ponerle las esposas a este loco - dice Estévez - no quiero sorpresas

Estévez junta mis manos sobre mi espalda y me coloca las esposas. Después me levanta bruscamente y me "ayuda" a sentarme en el borde de la cama.

- Agente Estévez - le digo sonriente - no imaginaba que su sueño sería esposar a un tío en una habitación de hotel. Bueno, le respeto, pero no me va su rollo.

- Muy simpático, recuerdame que me ría cuando me haga gracia - me dice - a ver cuanto te dura la sonrisa a ti.

El inspector Logroño se acerca a mi y me inspecciona la cabeza. Un hilo de sangre cae por mi frente producto del golpe recibido.

- Tranquilo - me dice - no es nada grave. Es una pena que tu antiguo jefe y la señora del supermercado no puedan decir lo mismo. ¿No sabrás nada de un señor que decidió comerse su Iphone en el hospital?
- Aquel hijo de puta era un mal educado - le respondo - ¿como cojones me habéis encontrado?
- Saber eso no te ayudará ahora mismo - me dice - pero quizás si nos ayudas tu a nosotros si que podremos ayudarte
- ¿Qué es lo que quieren? - le pregunto
- Dinos lo que sabes sobre los atracadores - me dice - sabemos que tienes información y nos la estás ocultando. Ayudanos a atraparlos y quizás se reduzcan los cargos que tenemos contra tí por agresión.
- No puedo pensar bien - le digo - igual si su compañero mariquita me hace una paja puedo relajarme y pensar mejor
- Me cago en tu puta madre - dice el agente Estévez acercándose a mi para golpearme de nuevo. Antes de que lo haga me incorporo de golpe dándole un cabezazo en toda la nariz. Al sentir su sangre salpicando mi cara me entra una agradable sensación de satisfacción. El inspector Logroño me agarra y me tira sobre la cama de espaldas.
- ¿ A ti también te va el rollo gay? - le digo mientras me giro mirándole a los ojos - me siento halagado
- Pedazo de hijo de puta - dice el agente Estévez dándome una patada en las costillas mientras intenta detener la hemorragia de su nariz con la corbata.
- Es la segunda vez que le faltas el respeto a mi madre - le digo mientras la adrenalina de mi cuerpo me hace olvidar el golpe que he recibido - la próxima vez te mato
- Está bien - dice el inspector Logroño - si no nos quieres ayudar no nos das otra opción. Leele sus derechos, yo me encargo de pedir refuerzos. Creo que necesitaremos ayuda para trasladar a esta fiera descontrolada.
- Lo haré encantado - dice el agente Estévez - igual que estaré encantado de que te resistas para poder golpear tus costillas de nuevo. A ver cuantos golpes resisten sin romperse, siempre podemos decir que fue una rotura producida en el forcejeo que provocó tu resistencia a la autoridad. Por cierto, esta sangre de mi nariz, es tu pasaporte a la carcel...
- No permitiré que eso ocurra - le digo al agente Estévez
- ¿Y como piensas evitarlo? - me pregunta
- Recuerdas que me amputaron el pulgar - le digo - pues aunque me lo volvieron a colocar en el sitio ahora soy capaz de desencajarlo a mi gusto.
- ¿Y eso de que te vale? - me dice riendo - ¿para trabajar en un circo? ¡el hombre capaz de dislocar su pulgar!
El agente Estévez deja de reírse cuando le muestro mis manos. Una de ellas tiene unas esposas colgando.
- Me cago en tu... - no le doy tiempo a acabar la frase. Igual eso le salva la vida. Golpeo su nuez con mi puño y comienza a toser entre arcadas, llenando el suelo de babas. El inspector Logroño echa la mano a su arma. Le doy una patada en los huevos, siempre funciona, y de un golpe seco en la cabeza con el codo lo dejo sin sentido, caído sobre el charco de babas de su compañero que sigue tosiendo con los ojos colorados y llenos de lágrimas.
- Espero no haberte sacado la nuez del sitio - le digo - no quiero matarte, sólo devolverte tu amabilidad.
Le quito el arma y le golpeo en la cabeza. Como no pierde el sentido con el primer golpe, le vuelvo a golpear, pero esta vez sin controlar mi fuerza. Cae sobre su compañero. Busco las llaves de las esposa y me las quito. Las necesito para lo que estoy pensando. Al cabo de una hora, despierto al inspector Logroño usando la papelera del cuarto de baño como cubo de agua improvisado que vacío sobre su cabeza. Un preservativo usado queda colgando sobre su cabeza, escurriendose por su frente.
- Lo siento mucho - le digo - pondré una queja en recepción por que no vaciaron la papelera del baño, eso debe ser del inquilino anterior, menos mal que te amordazé mientras dormías, imagina que eso te entra por la boca... ¡que asco!
El inspector Logroño comienza a emitir gemidos e intenta liberarse de sus ataduras. Está atado de pies y manos sobre una silla al lado de la cama. Sobre la misma se encuentra su compañero, desnudo, tumbado boca abajo con las manos esposadas al cabezero de la cama y los pies atados con las corbatas. También le puse una mordaza para que no pudiera decir nada.
- No te esfuerzes en hablar, no te entiendo - le digo - y te aconsejo que te mantengas calladito si no quieres cabrearme.
Doy unas vueltas por la habitación como haciendo tiempo. El inspector me sigue con la mirada.
- Te lo voy a decir una vez sólo - le digo - no os metáis en esto, no os conviene, manteneros al margen y dejad que me encargue de todo. Si no me dejáis en paz, haré públicas las imágenes que voy a tomar aquí.
Llaman a la puerta. Estoy esperando a alguien cuyo anuncio leí en el periódico que tengo en la mesilla. Abro y entra una mujer con un vestido negro ajustado . Le doy el dinero que habíamos convenido y le señalo al agente que está sobre la cama. Se desnuda y al quitarse las bragas el inspector Logroño descubre lo que es una buena arma con un buen cañón. Cojo el móvil del agente Estévez de su chaqueta y me pongo a grabar. La "chica" me dice que si grabo tendré que pagar más. Le contesto que sin problema. Ella continúa y  al sentir que algo no marchaba bien en su trasero, el agente Estévez abre los ojos. Gira la cabeza hacia atrás y al ver lo que le está causando tal dolor comienza a gritar mientras los lagrimones caen sobre sus mejillas. Intenta liberarse pero es inútil, me encargué de que eso fuera imposible.
-Ahora no eres tan machito ¿verdad? - el digo enfocándole a la cara - eso te pasa por faltarle el respeto a mi madre.
La sesión de sexo anal dura media hora. Me aseguro de grabarlo todo con el móvil del agente.
La chica se va y me dice mientras le pago por el extra que le habían pedido de todo pero nunca algo tan raro. Le digo que lo olvide, que mis amigos tenían esa fantasía y que gracias por el servicio. Le doy una buena propina para comprar su silencio.
-Supongo que si mando esta grabación a todos los móviles que están en la lista de tus contactos más de uno se llevará una sorpresa - le digo al agente Estévez - mañana cuando la señora de la limpieza entre en la habitación se va a encontrar a dos policías en apuros. Supongo que tendré que darme prisa en hacer lo que tengo que hacer osea que con vuestro permiso me voy a marchar. Os dejo aquí solitos para que penséis en lo que acaba de suceder aquí. Inspector Logroño... tendrá noticias mías.

Llamo a recepción. Le digo que los dos policías que se identificaron en la entrada y preguntaron por mi son amigos y se quedarán a pasar la noche. Que nadie nos moleste y que me cobre lo que tenga que cobrarme. Que sobre las doce del día siguiente puede mandar a la chica de la limpieza a arreglar aquello un poco. Se lo traga todo. Yo salgo por la ventana del baño y salto el muro del motel. Utilizo el mando que lleva la llave que le quité al inspector Logroño y un coche me saluda desde la acera de enfrente encendiendo sus intermitentes. No tengo carné, nunca he conducido, pero he jugado y mucho al gran turismo y otros videojuegos de conducción. Tengo mi volante y sus pedales en casa, no debería ser tan complicado. Enciendo el vehículo, doy marcha atrás golpeando los contenedores que tenía detrás y salgo de allí dirección a la cafetería donde trabajaba Eva. Tengo que hablar con Jazmín y esta vez no seré muy amable con ella.

Llego a la cafetería. No me costó mucho llevar el coche hasta allí, ha sido bastante fácil. Paso de buscar sitio para aparcar y entro con el coche directamente, destrozando la puerta y llevándome algunas mesas por delante. La gente sale corriendo y Jazmín me mira asustada. Sabe que vengo a por ella. Bajo del coche y antes de ir a por Jazmín voy a por el puto camarero que tiene el teléfono en la mano intentando marcar el número de la policía.

- Hola guapo - le digo quitándole el teléfono de las manos - ¿me recuerdas de la última vez'

Lo agarro por el pelo y lo llevo hasta la máquina de café. Pongo en marcha el calentador de leche y comienza a emitir un chorro de vapor hirviendo. Tapono ese chorro con su cara y comienza a gritar. No lo dejo mucho rato, sólo quiero asustar a Jazmín. Levanto su cabeza, abro una nevera pequeña que tienen sobre el mostrador llena de zumos y se la estampo contra ella. Cae al suelo con la neverita como sombrero.
- A ver si así te enfrías - le digo - de paso tomate un zumito, invito yo.
Jazmín se  deja caer al suelo sobre un charco de orina. Está aterrorizada. Cojo un bloc de notas donde suele apuntar sus pedidos y me acerco a ella.
- No quiero tomar nada - le digo - quiero una puta dirección y un nombre.
Jazmín comienza a escribir entre lágrimas. Con la mano temblorosa me devuelve el bloc. Hay un nombre de mujer y una dirección.
- Si dices algo a la policía sobre esta dirección y de que yo voy hacia allí - le digo - la próxima vez no será orina lo que haya bajo tus pies, será sangre, y te aseguro que no será uno de esos días en los que te viene la regla sin avisar y no tienes un tampón a mano para ponerte.
- Por favor, no me hagas daño - me dice entre lágrimas tapándose la cara con las manos
- Yo no he estado aquí, díselo a tu amiguito cuando despierte - le digo mientras me doy la vuelta para marcharme.
Cuando llegue la policía no tardarán en descubrir que el coche es de unos compañeros suyos. Se preguntarán donde coño están y les buscarán por la ciudad. Mañana tendrán noticias suyas. Salgo de la cafetería gritando a los curiosos que se acercan al ver el coche empotrado.
-¡ Están locos!¡Hay dos agentes armados que han perdido la cabeza!
La gente corre asustada. Eso dará que pensar a la policía. Dudarán por un momento cuando pregunten a la gente y digan que esto es obra de dos policías. Cojo el teléfono y marco el número de Miguel. No tarda en cogerme y no le doy tiempo a hablar.
-¿Como sabían los agentes que estaba en el Motel? - le pregunto - sólo tú sabias que estaba allí
Miguel se queda callado unos segundos. Puedo sentir como su respiración se acelera.
- Lo siento tío - me dice - pensé que era lo mejor. Después de lo que le hiciste a tu antiguo jefe...
- ¡Tú no tienes ni puta idea de lo que es mejor para mi! - le grito
- Tío, no quiero que te hagan daño - me dice - ¡has perdido la puta cabeza! Meterle todas aquellas monedas por el culo... y lo de la señora en el super...
- Pues no quieras saber lo que le ha pasado a Crespo... me estoy aficionando a romper culos.
- Iván - me dice - para ya, vas a conseguir que te maten
- Yo ya estoy muerto - le digo - desde el día en que la tocaron
- Iván...
Le cuelgo el teléfono. Me duele bastante que Miguel me haya traicionado así. Intento entenderle, se que se preocupa por mi más que nadie ahora mismo, pero confiaba en él. Llego a una parada de taxis y me subo a uno. Le doy una dirección. Durante el viaje pienso en todos los buenos momentos que pasé con Miguel. No debo dejar que nada me afecte. El taxista me deja delante de un portal. Espero a que baje alguien para colarme dentro. Miro los buzones y compruebo el nombre. Es la misma mujer que aparece en la nota. Subo por las escaleras. Es un edificio antiguo y no tiene ascensor. Me detengo en el cuarto piso frente a la puerta que tiene un A encima. Llamo al timbre y escucho una voz de mujer que me grita que ya viene.
- ¿Qué quiere? - me pregunta mirando por la mirilla. Por suerte no me ha reconocido.
- Traigo un paquete para Esperanza Aguero Pérez
- Soy yo - me dice abriendo la puerta
- Envió especial - le digo golpeándole la cara y enviándola contra el suelo.
Entro en el piso y cierro la puerta. Ella me mira asustada y comienza a gritar. Lleva unas zapatillas de esas con forma de muñeco, le arranco una y se la meto en la boca para callarla. Le echo las manos a la espalda y la levanto en el aire, eso le duele y disfruto haciéndolo. Miro hacia los lados comprobando que no haya nadie más en la casa y la arrojo sobre el sofá.

- Mírame a la cara, mírame bien - le digo señalándome - ¿te acuerdas de mi?

Ella pone cara de no entender nada. Algo en una mesilla al lado del sofá me llama la atención. Es el puto muñeco de bebe que llevaba el día del atraco.

- Osea que querías algo para el dolor de cabeza - le digo cogiendo el muñeco - ahora si que vas a tener dolor de cabeza.

Comienzo a golpearla con el y compruebo en su mirada como acaba de reconocerme. Le quito la zapatilla de la boca.

- Tú - me dice cubriéndose la cabeza con los brazos - eres el del 24 horas
- Premio, te ha tocado un muñequito - comienzo a golpearla de nuevo hasta que el muñeco se rompe por la mitad esparciendo bolas de algodón por la habitación.
- ¡Yo intenté evitarlo! - me grita - ¡intenté ayudarte!
- ¡ Y Eva! - le grito - ¡ También intentaste evitar que le hicieran daño!
- No sé de que me hablas - me dice - no conozco a ninguna Eva
- Uno de tus compañeros me dio tu dirección - le digo mostrándole la nota de Jazmín - quiero sus nombres y sus teléfonos y te perdonaré la vida.
- Hijo de puta, me imagino quien te lo dio - me dice - ¿qué hiciste con él?
- Le dejé vivir por que me dio lo que quería... había tres hombres contigo. El de la barba, el de la maza y el de la pistola. Comienza a escribir.
- El de la pistola... Andrés, ese hijo de puta... seguro que te lo dijo él, nunca debió de entrar en el grupo, pedazo de hijo de puta chivato... 
- Como lo has adivinado - le digo - escribe sus datos también, se me olvidó decirle una cosa
- Aquí tienes - me dice dándome la nota
Cojo el móvil y marco el número de Andrés. Alguien responde a mi llamada.
- ¿Quien es? - pregunta
- ¿Te acuerdas del chico del 24 horas al que disparaste? -  le pregunto - pues estás hablando con el
- Oye gilipollas, ¿como has conseguido mi número?
- Eso es lo de menos - le respondo - sólo quería decirte una cosa. Voy a ir a mi casa a pasar la noche, voy a dormir placidamente y mañana cuando esté descansado iré a por ti. Hablaremos sobre lo que le hiciste a Eva.
- ¿Eva? - me dice - la chica se lo merecía, hacía muchas preguntas y se estaba acercando demasiado. Esa puta disfrutó con lo que le hice, tenías que oírla como gritaba mientras...

Cuelgo el teléfono. No necesito que me explique nada, ya le he dicho todo lo que quería decirle. Si es lo suficientemente tonto hará lo que yo espero que haga.

-¿Tienes coche? - le pregunto a Esperanza
- Si - me responde

Saco una pistola del bolsillo de mi chaqueta. Es la del agente Estévez. Me la quedé por si las cosas se ponían difíciles.

- Pues vamos a dar un paseito - le digo - sientete afortunada, no acostumbro a llevar a muchas chicas a mi casa. No hagas ninguna tontería o lo próximo que escuches será el sonido de mi arma al dispararte.

Abandonamos el lugar y nos dirigimos a mi piso. Está noche voy a saldar cuentas con un viejo conocido y tengo que prepararlo todo para estar a la altura. Si todo sale bien, voy a pasar una velada estupenda. Estoy nervioso, me siento como si tuviera una cita, pero esta vez, será una cita con el dolor.



sábado, 7 de enero de 2012

SIN CONTROL capítulo 11

¿Te lo estás pasando bien? - me pregunta Miguel - deberías soltarte un poco, hay buena música, alcohol, chicas guapas...
Si - le respondo enseñándole un vaso medio vacío - en cuanto me tome un par de copas más ya verás como me suelto
Pues que vayan bien cargadas esas copas, que llevamos aqui dos horas y todavía no te has movido del sitio - me dice Miguel dándome unos empujones en el hombro intentando animarme.
Vale, vale, ya pillo la indirecta - le respondo alejándome unos pasos de donde estaba
Bueno, pues voy a ver si pillo cacho, que acabo de enterarme que también invitaron a Paula a esta fiesta - me dice Miguel
Paula, ¿la de la clase de al lado? - le pregunto - la rubia...
Si coño, la de las tetas grandes - me dice mientras se aleja mezclándose con la gente
Que cabrón - digo yo mientras me acerco el vaso a la boca, le doy un sorbo y me quedo pensando un rato - a quien quiero engañar, esto es coca cola sola.
Me acerco a la mesa donde están todas las bebidas y cojo una botella de ron. Me preparo un cubata como dios manda, respiro hondo y cuando voy a bebérmelo escucho una voz detrás mía...
Ivan, amigo ¿tu también viniste a esta fiesta? - me doy la vuelta y me encuentro a Crespo, un gilipollas que estudio conmigo en la EGB. Siempre se metía conmigo, no me alegro de verlo.
Bueno, si te digo la verdad yo no estoy invitado, me colé con unos amigos... es lo bueno que tienen estas fiestas en casas grandes, que te puedes colar como si nada - me dice orgulloso
Pues muy bien - le digo mostrando poco interés en hablar con él.
Ahora que te veo... se me ocurre una cosa... - me dice - voy a hacer una llamada y vengo ahora, tenía algo especial planeado desde hace tiempo y quizás hoy sea el día perfecto para hacerlo.
Crespo se va y me deja a solas con mi copa. Por fin puedo saborearla. La verdad es que no me gusta mucho, pero se trata de coger una borrachera rápida, no de hacer una degustación en plan catador de cubatas. Veo a Crespo venir hacia mi de nuevo y me tomo el cubata de penalti. Me sienta como el culo pero peor me sienta que un gilipollas venga a joderme la noche.
Amigo Iván - me dice - tengo que pedirte un favor
Bueno, eso de amigo... - le digo - sabes que tu y yo nunca nos hemos llevado muy bien
Todo el mundo se equivoca - me dice - y todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. Tengo una oferta para ti que quizás sirva para enmendar todos los problemas que te he causado.
Lo dudo - le digo mientras termino de servirme otra copa.
Te invito a putas - me dice - acabo de llamar para reservar. Yo pago, sólo necesito que vengas conmigo, necesito ir con alguien que yo sepa que no me va a joder, que no diga nada, tu eres perfecto.
¿Pero que coño dices? - le digo y acto seguido me tomo el segundo cubata de penalti
Que si hombre, que te invito - me dice - vamos a ver... hace poco que cumplimos los 18, yo por lo menos... estudiamos los dos en la misma clase osea que supongo que tienes la misma edad que yo... ¿no tienes ganas de echar un polvo tio?
Joder, si que tengo ganas, pero hay otras maneras - le digo
Pero vamos a ver, ¿para que vas a perder el tiempo intentando ligar con alguna de estas chicas?, vamonos de putas, follamos, yo me encargo de el pago y a seguir con nuestras vidas - me dice agarrándome por los hombros - asi el dia que por fin consigas echar un polvo por tu cuenta ya no serás primerizo y no quedarás como un gilipollas, si no como un experto, ya tendrás experiencia... toma, bebete otro cubata
¿Pero por qué yo...? ¿ no están tus colegas? ve con ellos - le digo mientras saboreo mi tercer cubata en menos de diez minutos
Te voy a ser sincero... - me dice poniendo gesto serio - tengo novia... tengo novia y es hermana de uno de mis colegas... no puedo ir de putas con el hermano de mi novia, no quiero que se entere. Tu eres de fiar, lo sé, en el colego te hice multitud de perrerías y nunca decías nada... nunca. Si una cosa me quedo claro es que chivato no eres.
Joder, no lo entiendo, si tienes novia no deberías... - le digo
Llevamos poco tiempo - me dice - y es un poco estrecha
Pero eso no es... - le digo
¿Te vienes conmigo o no? - me dice - si no me busco a otro que quiera follar gratis
Esta bien - le digo terminándome el cubata y sin pensar en nada más - está bien
Puedes confiar en mi... - me dice sonriente

Crespo viene corriendo hacia mi pero de la primero hostia que le meto le salen dos muelas disparadas que chocan contra el cristal que hay detrás de la barra. El camarero se agacha viendo los dos estallidos en el cristal, por si acaso.
Tengo que controlar un poco mi fuerza - le digo - he estado entrenando ¿sabes?
¡hijo de puta! - me grita mientras la sangre chorrea de su boca
¿Que te pasa? - le pregunto - pareces algo descolocado. ¿No te ha gustado el show que te he preparado?
¿Tu has preparado esto? - me dice - que coño me estás contando ¡payaso!
Las chicas que estaban conmigo... son putas, si, pero estaban interpretando un papel, les he pagado un buen dinerito por ello. Tu vecino, al que tanto admiras por su manera de mostrar su sexualidad, en cuanto vi lo que le hiciste en la escalera... le expliqué el plan y lo aceptó a la primera, reconozco que tenía pensado otra cosa pero me diste una idea al ver tu amor por los transexuales.
¿me viste en la escalera? ¡de que coño hablas! - me dice Crespo
¿Ves este papel? ¿Reconoces la firma? - le digo mostrándole una hoja firmada - cuando te entregan mil euros inesperados ni te paras a leer lo que firmas, sólo piensas en el dinero. Esto que firmaste es una autorización para grabarte en video, para grabarte y después distribuirlo por internet, sin derecho a reclamación alguna, ya sea economica o compensatoria por el daño moral causado. En otras palabras, tu mismo me has autorizado a esto...
No puede ser cierto - me dice Crespo sorprendido - ¡esa no es mi firma!
Y una mierda. yo estaba alli, en la escalera, vigilando que el falso mensajero al que pagué una cantidad generosa de dinero hiciera bien su trabajo y no se escapará con los mil euros. El me dió el papel firmado, yo le pagué y después presencié la agresión a tu vecino. ¿Que coño tienes contra él?. Te sientes más hombre pegando a un pobre anciano...
¡De hombre nada, que tiene la polla muy chica! - grita su vecino que se oculta detrás mia acompañado de las dos chicas.
Crespo sale corriendo a por mi. Le esquivo el primer golpe, el segundo... juego un poco con el, quiero divertirme, cuando me canso le doy un puñetazo en el estómago con tanta fuerza que lo levanto unos centimetros del suelo. Acaba de rodillas vomitando todo lo que había tomado hasta ahora...
Tú... - me dice cuando recupera el aliento mostrando odio en sus palabras- tú quemaste la casa de putas...

Ya hemos llegado - me dice Crespo mirando hacia atrás
¿que pasa? - le pregunto dándome la vuelta
Nada, sólo me aseguro de que no nos han seguido - me dice
Crespo llama al timbre de una antigua casa de dos plantas y una señora de unos cincuenta y pico años nos abre la puerta. Me mira de arriba abajo y nos hace un gesto con la cabeza para que entremos.
Ahora vendrán las chicas - nos dice - esperen aqui sentados
¿Te conoce? - le pregunto a Crespo - parecía como si ya os conocierais
Que va - me dice - si es la primera vez que vengo, no ves lo nervioso que estoy... joder, tengo que ir al baño, voy a preguntarle donde está. Cuando lleguen las chicas déjame a la que tenga mas tetas.
¿La que tenga más tetas? - le digo mostrando embriaguez - todas tienen dos tetas...
Crespo se levanta sin hacer caso a mi estúpido comentario y encamina sus pasos por el pasillo por el que se fue la señora. Yo también estoy nervioso, me voy a estrenar, voy a echar un polvo.... joder, creo que me pasé con el alcohol, yo también tengo que mear. Al rato aparece Crespo y me hace una proposición.
Tio, la vieja me ha hecho una oferta - me dice - está noche nos puede salir gratis a los dos
No te pillo - le digo - explicate pero se breve, me va a reventar la vegiga
Verás, como es la primera vez que venimos nos ofrece follar gratis si lo hacemos con una primeriza - me dice - tiene un par de chicas nuevas y necesita iniciarlas poco a poco, sabes... necesita que nos dejemos hacer, que sean ellas las que lleven el control, que no las toquemos, que les dejemos hacer para que se vayan soltando y sobre todo, tenemos que hacerlo a oscuras, quietecitos y a oscuras. A cambio no nos cobra...
Me quedo mirando a Crespo con cara de no enterarme muy bien del tema y preocupado sólo por si voy a tardar mucho en echar un polvo.
Vale, yo me quedo quieto y le dejo hacer - le digo - pero primero tengo que mear
El baño está al fondo a la derecha - dice la señora que acababa de regresar - procura no manchar nada
Si señora - le digo poniéndome de pie y dirigiéndome a el yéndome un poco hacia los lados.
Mientras meo me parece escuchar voces, como si hubiese llegado más gente.
Al salir me encuentro a Crespo esperándome.
Tú tienes que quitarte la ropa y meterte en esa habitación - me dice - puedes dejarla encima de esa silla, no pasa nada
¿Ha llegado más gente? - le pregunto - me pareció escuchar voces
Un par de clientes - me dice - pero no pasa nada, los ha llevado a la planta de arriba, alli hay más chicas, tu tranquilo. Yo voy a estar en la habitación de al lado.
De acuerdo - le digo mientras me quito la camiseta - pero ni se te ocurra entrar ¿eh?
Que no coño - me dice - y recuerda, ni enciendas la luz, ni la toques, no hagas nada, solo déja que sea ella la que lo haga todo
Entro en la habitación a oscuras. Busco la cama a tientas y me tumbo. Me quito el calzonzillo y espero. Del baño de la habitación sale alguien que esperaba a oscuras. Siento como una cálidas manos comienzan a subir por mis piernas y dejo de estar solo en la cama...

¿Una chica te dió un folleto para venir aqui? ¿Verdad? - le pregunto a Crespo - una fiesta a la que no te podrías resistir. Yo mismo le pedi que te entregara el folleto en cuante te viera, sabía que teniendo dinero acabarías yendo alli. Le prometí que si te entregaba el folleto no volvería a verme y veo que lo hizo.
Crespo saca del bolsillo la invitacíon a la fiesta y la mira incrédulo.
Esa zorra - murmulla Crespo - por eso vino a dármela en cuanto me vio...
Era tu favorita ¿no? - le dije sonriente - en cuanto le enseñe la foto que tengo de ti del anuario del colegio te reconoció enseguida. Tengo que decirte que el cariño no es mutuo, te describió como un cerdo hijo de puta... una descripción perfecta.
¿Donde está el dueño del local? - dijo Crespo mirando al camarero y hacia todos lados mostrando desesperación.
Este local lleva años cerrado, no me costó mucho encontrar al dueño por el que preguntas y alquilárselo por el dia de hoy, pero no está aqui. Se puede decir que hoy el dueño soy yo. El camarero también lo he contratado sólo para hoy - le digo a Crespo - la verdad es que de camarero tiene poco, mas bien es el que se va a encargar de distribuir los videos por internet. Le voy a pagar una buena cantidad por su trabajo y por su silencio.
Mira esto - dice el camarero pulsando unos botones en su portatil - a ver que te parece, ya está colgado en la red.
En las pantallas de la disco comienzan a verse unas imagines. Sale Crespo con lo ojos vendados mientras su querido vecino le practica una felación.
Fantástico - le digo antes de comenzar a reirme.
Crespo sale corriendo hacia mi. Me pilla de sorpresa y me tira al suelo. Me clava las rodillas en la espalda, me agarra por los pelos y comienza a golpearme la cabeza contra el suelo.
¡Te voy a matar cabrón! - me grita - a ti, a las putas, al viejo márica... ¡a todos!
El corazón me va a mil. Las descargas de adrenalina son como orgasmos para mi. Siento como mis músculos se hinchan, siento como si las venas de mis brazos fueran a explotar y me incorporo de golpe lanzando a Crespo hacia atras. No se hasta que punto estos subidones de adrenalina son buenos, El médico ya me advirtio de que corría peligro. Mi corazón no podría aguantar, pero hoy no es el dia. Voy hacia la barra con un cabreo monumental encima.
¡Vodka! - le grito al falso camarero que al momento me lanza una botella. Le rompo el cuello contra una mesa, la levanto y bebo unos tragos sin importarme que pueda tragarme algún cristal.
Ahora ya sabes lo que senti yo - le digo - pero esto no ha acabado aún.
Crespo se incorpora, dejo que se me acerque y le estampo la botella contra la cara. Cae de rodillas gritando por que el alcohol le escuece en la heridas y le entra en los ojos.
Tranquilo - le digo encendiendo un mechero - yo te quito el escozor.
Le prendo fuego y el vodka comienza a arder. Se quita la ropa entre gritos y apaga el fuego a tiempo de sufrir quemaduras graves. Huele a pollo quemado y pelo chamuscado.
¡Estás loco! - me grita - ¡estás jodidamente loco!
Crespo corre hacia la puerta pero se encuentra al portero bloqueandole el paso. Aquel negro de dos metros mostrando su brillante sonrisa blanca es un obstaculo difíl de salvar. Crespo ni lo intenta.
¿Recuerdas el día en el que todo ocurrió? - le pregunto - yo nunca he podido olvidarlo, todavía escucho a la gente reirse y todo gracias a ti, todo gracias a que siempre que puedes le cuentas a la gente lo que paso, siempre que puedes avergonzarme lo haces, siempre... ahora eso se va a acabar
¿Que es lo que quieres? - me dice Crespo casi llorando - dejame en paz... ¡dejame en paz!

Las manos cálidas suben hasta mi cintura. Me está agarrando... si, me esta agarrando el pito, dios, es la primera vez que una mujer me la toca. Quien me iba a decir a mi que Crespo al final iba a hacer algo bueno por mi. Joder, vaya momento para pensar en Crespo, joder... me la esta, me la esta... dios, esto es mejor de lo que esperaba. Que gozada. Siento como se sube encima mia. Debe ser algo regordita por que pesa un poco de más pero me da igual al sentir el calor, al sentir como mete mi... en su... joder... estoy en la gloria. Comienza a moverse y siento un placer enorme. Me pregunto que estara sintiendo ella, pero claro, no puedo decir nada. Me encantaría tocarle los pechos, me encantaría pero no puedo.... que coño, yo se los toco. Estiro mis mano y me encuentro unos pechos demasiado blandos y caidos. Me llevo una decepción por que esperaba otra cosa. Una voz que me suena de algo me dice - las manos quietas cariño - y es entonces cuando se enciende la luz. Crespo esta en la habitación y a su alrededor varios de sus amigos. Uno de ellos saca fotos mientras todos se rien señalándome. Alguno hasta exclama que se va a mear encima por mi culpa. Miro a la mujer que me acompaña y no es otra que la señora que nos abrió la puerta. Su cuerpo esta lleno de michelines y arrugas. Ella también se rie, me deja ver por que la chupaba tan bien. No tiene dientes. Me siento como si me quisiese morir, hace un momento de placer, ahora mismo de verguenza. Miro a Crespo y mientras se ríe sólo puedo pensar que me la a vuelto a jugar, pero esta vez, a lo grande. Intento levantarme, la señora me agarra y me dice - todavía no te has corrido guapeton, no me quieres dar tu suerito de la vida... o es que acaso no te gusto - me la quito de encima como puedo, escuchando su escandalosa risa y salto hacia Crespo. Le agarro por el cuello pero sus amigos son mas rápidos y me sujetan. Crespo se acerca riendo y me dice - ya verás cuando se lo cuente a la gente del barrio, te prometo que no quedará nadie sin saberlo, ni tu madre. Le enviaremos unas fotos...
¡Hijo de puta !- le grito antes de que me meta un puñetazo en la barriga y me deje tirado en el suelo sin aliento
Me llevo tu ropa, a ver como te las apañas para llegar a casa - me dice antes de abandonar la habitación. La señora sale corriendo trás el exigiéndele el pago del servicio.
Algún dia Crespo, algún dia... - le digo yo mientras permanezco tumbado en el suelo viendo a sus amigos salir de la habitación entre comentarios y burlas hacia mi persona.

Me acerco a Crespo y lo agarro por la cabeza. Salgo corriendo con el hacia la barra y le estampo la cara contra el mostrador. Pierde el conocimiento, le agarro por una pierna y lo arrastro hacia el centro de la pista. La canción que esta sonando me gusta, me pongo a bailar siguiendo el ritmo de la música y soltándole alguna que otra patada en los huevos a mi amigo, cada vez más fuerte para asegurarme de que le sigan doliendo cuando despierte. Traigo una mesa que tenía preparada, coloco a Crepo en ella boca abajo y le ato cada extemidad a una pata de la misma. Me aseguro de que no se pueda soltar. Le bajo el pantalón dejándole el culo al aire.
Ultimamente estoy viendo demasiados culos - le digo aún sabiendo que no me escucha - el de la vieja del super, el de peleteiro... tendría que ir a mirármelo
No pasa nada- me dice al anciano travesti - te aseguro que te lo pasas muy bien
Y no lo dudo - le digo - pero no se ofenda... a mi esto no me va
Pues es una pena - me dice y le agradezco el comentario con una sonrisa.
Crespo se despierta por que siente un líquido caer por su cabeza. Abre los ojos para ver a su vecino meándole encima. Comienza a gritar, pero esta amordazado, no se le entiende nada. Siente un dolor muy intenso en el culo y al mirar hacia atrás comprende cual era el verdadero motivo por el que yo había contratado a aquel negro de dos metros que ahora llevaba un antifaz tapándole parte de la cara. Al darse cuenta de que lo esta mirándo, le sonrie y le giña un ojo mientras le sigue rompiendo el culo con su enorme rabo. Las dos chicas lo graban todo. Yo me coloco a una distancia prudencial para no salir en el video y me rio, me rio una y otra vez.
¿Lo estás subiendo todo? - le pregunto al camarero
En tiempo real - me dice - esa cámara está conectada al ordenador y al mismo tiempo que graba, sube el video a la red.
 Perfecto - le doy una nota al camarero y le digo - cuando terminen con él que lo lleven a esta dirección. A él y a sus amigos. Llamais a este número y vendrá un furgón. No teneis que hacer nada más, al del furgón también lo he contratado y ya sabe lo que tiene que hacer. Coger un paquete "especial" y entregarlo sin mas.
Esta dirección me suena un montón - me dice el camarero
Es una tienda de chinos - le respondo - alli se alegrarán de verlos en estas condiciones. Me aseguraré de que no los maten pero sí de que los tengan una buena temporada fuera de servicio. Después Crespo tendrá que vivir con esto toda su vida, si es que lo resiste. Por cierto, que le envien una copia del video a sus padres, les encantará. Cogedle el DNI para saber la dirección. Yo me voy, tengo que hablar con una chica que me puede proporcionar una valiosa información. Aqui tienes el resto del dinero.

Antes de marcharme cruzo mi mirada con la de Crespo. Puedo ver el miedo y la impotencia en sus ojos, puedo ver la verguenza que siente por lo que le están haciendo y comprendo que en ese mismo momento el Crespo hijo de puta que me hacía la vida imposible acababa de morirse. Ya nunca más volvería a ser el de antes.
El drogas ha recuperado el conocimento. Intenta levantarse pero no puede. Me agacho, le señalo hacia Crespo y le digo - yo que tu me haría el muerto - y al ver la dantesca escena de su amigo siendo enculado mientras las dos putas le graban y un viejo travestido se la pela delante de su cara, acaba desmayándose.

Tengo que ver a la antigua compañera de Eva, ella tiene la dirección de la mujer a la que siguió antes de que le hicieran daño. Si no me la quiere dar, no tendré piedad con ella, creo que he perdido el control completamente... y me gusta.

miércoles, 4 de enero de 2012

SIN CONTROL capitulo 10

¡Despierta!¡despierta ya... joder!
Una zapatilla golpea mi cara. Abro los ojos. La luz del sol me ciega pero puedo distinguir a mi madre berreando como una loca. Todo me da vueltas, creo que ayer me tome alguna pastilla de más. Intento levantarme y antes de que me vuelva a golpear de nuevo, le agarró la zapatilla y se la arranco de la mano para después lanzarla con rabia contra la pared. Tengo tan buena puntería que le doy a una foto mia de pequeño enmarcada que se cae al suelo rompiendo el cristal en varios pedazos.
Cojonudo - le digo - odiaba esa puta foto
¡Mira lo que has hecho! - grita mi madre asustada - ¡eres un desgraciado!
¿Que coño pasa aqui? - pregunta mi padre entrando en la habitación - ¿ya estamos tocando los huevos como todos los dias?¡Haz el favor de levantarte que hay un señor en la puerta preguntando por ti!
¿Por mi?- le pregunto sorprendido mientras me froto la cara - ¿es de la policia?
Es un repartidor - me dice mi padre - si fuera policia no le habría abierto la puerta, aunque a veces pienso que debería de llamarles yo mismo... mira que asco de habitación y mira que cara tienes... ¿tu te has visto en el espejo? A saber que tomaste anoche...
Me levanto y la cabeza comienza a darme vueltas. Abro el cajón de la mesilla y entre cajetillas de tabaco vacias y algun porro a medias, saco un botellín de ginebra. Me lo tomo para desayunar. Al rato me siento mejor, camino por el pasillo agarrándome a las paredes y sufriendo algún que otro amago de vomitar. Llego a la puerta y un tio vestido con una cazadora y una gorra azul y blanca me mira sorprendido de arriba abajo como si no tuviera buen aspecto.
¿que coño quieres? - le pregunto - espero que tengas una buena razón para despertarme a estas horas...
Son las doce y media señor, a estas horas pensé que ya estaria...
¡Me suda la polla!¡yo me levanto a la hora que me sale de los cojones! - le grito sujetándome a la puerta - ¡que cojones quieres! ¡Si me traes una puta citación judicial me limpiare el culo con ella después de haberte cagado en la cara!
No, no... por favor no se ponga asi - me dice el repartidor asustado - es dinero, dinero...
¿Dinero? - le pregunto - ¿vienes a traerme dinero?
Mil euros, para ser exactos - me dice enseñándome un sobre
¿Y se puede saber de donde viene ese dinero? - le pregunto intrigado
Mire, a nosotros nos pagan por entregar los envios, no preguntamos el por qué de los mismos - me dice - alguien fué a nuestra oficina, entregó mil euros y pidió que se los entregaramos a usted... no figura el nombre de la persona que lo entregó por que asi lo quiso dicha persona...
Joder, no recuerdo que nadie me debiera tanto dinero - le digo - pero hombre, alegra esa cara que no te voy a hacer nada... ¿me das el dinerito?
Tiene que firmar aqui - me dice mostrándome unos papeles
Claro hombre, ahora mismo - cojo el bolígrafo que me ofrece y firmo. Al terminar me da un sobre cerrado y sin decir nada más sale corriendo hacia las escaleras. Por un momento me dio la sensación de que se paraba a hablar con alguien.
¡Pero llama al ascensor! - le grito riendo. Está claro que mi presencia le incomoda. Abro el sobre y cuento el dinero. Veinte billetes de cincuenta euros, me los guardo dentro del calzonzillo, no quiero que mi madre o mi padre se enteren y me pidan algo para ellos.
Hoy como fuera - digo entrando en mi habitación. Cojo algo de ropa, me visto y me aseo un poco - llegare tarde, muy tarde
Como si no lo supieramos ya - dice mi madre - ¿que quería el repartidor?
Nada - le digo - otra citación judicial
Puto desgraciado - dice mi padre - eres la verguenza de la familia
Mira quien habla - le digo - ¿vas a ir a buscar trabajo o seguimos viviendo de la pensión de la abuela? Por cierto, que pasará cuando se enteren que la abuela  murió hace cinco años y que la tienes metida en un arcón congelador para seguir cobrando... ¿eh?
Hijo de puta - dice mi padre levantándome la mano. Se la sujeto y le retuerzo el brazo empujándole hacia la pared.
La puta está recogiendo los cristales - le digo - y creo que ya te dejé claro una vez que no volverías a tocarme ¡borracho de mierda!
Suelto a mi padre y este se desploma contra el suelo, llorando a la vez que emite un leve gemido.
Eso si que se te da bien - le digo - pero mira, ya ni mama te hace caso, menos mal que esta vez no te measte encima de miedo como la última vez
¡vete ya! - me grita mi madre - ¡a ver si esta vez hay suerte y no vuelves!
Lo dudo - le digo a mi madre mientras salgo riendo de casa
¡Mierda! - digo al llegar al ascensor - siempre que tengo prisa está ocupado
Pero esta vez tengo suerte por que es mi vecino el que sube en el. Al abrir la puerta del ascensor y verme no puede ocultar la alegría en su rostro. Es un anciano de 70 años que no oculta su homosexualidad. Va maquillado, con su peluca, su ropita de mujer... a mi me da asco, asco y odio.
Hombre... mi vecinito mariquita - le digo - ¿pero no te da verguenza ir vestido asi? Pareces una zorrita
Yo no hago daño a nadie - me dice - no como tu, que no respetas ni a tus padres
Le arranco la peluca y le doy un manotazo en la calva. Se cae de rodillas al suelo mientras se cubre el rostro.
¿Por que te arrodillas ante mi? - le digo agarrándome el paquete - esta no la vas a catar
¿tienes miedo a que te guste? - me dice - igual eres como yo y no lo sabes
Le sacudo una patada en los huevos, le agarro y lo saco del ascensor arrastrándolo por el suelo.
¡Que asco! - le digo mientras le tiro la peluca a la cara - eso que he tocado... un viejo con tetas... que asco
La puerta del ascensor se cierra mientras el maricón me grita toda clase de insultos a los que no hago caso. Me limpio las manos contra los pantalones del asco que siento.
Salgo a la calle, le jodo el cigarrillo a un pijo que lo acababa de encender y continuo andando.
Oye - me grita - serás hijo puta
Me doy la vuelta, le agarro el cocodrilo de su polo y le doy vueltas retorciéndole el pezón, cosa que no le gusta mucho por el gesto de dolor en su cara.
¿Hoy es el dia del orgullo gay? - le digo - por que ya es el segundo que me encuentro hoy
El pijito sale corriendo sin mirar atras
¡corre con papá y mamá! - le grito - gilipollas...
Me voy a comer algo a la hamburguesería y después me dirijo al bar de siempre. Alli espero a mis colegas mientras me tomo alguna que otra cerveza. El ciego es el primero en llegar. Le llamamos asi por que siempre tiene los ojos medio cerrados, de lo colocao que va siempre. El drogas es el siguiente en aparecer. Es el que nos proporciona suministro. Como somos colegas, nos hace precio, y cuando está suficientemente borracho, hasta nos invita. Mejor dicho, nos autoinvitamos. Solo faltaba el zorro. Tiene una cicatriz en forma de Z en la mejilla derecha. Le dispararon en una pelea. La bala entró por la mejilla, le rompio algunos dientes y salió por la misma boca. Como dijo el, cualquiera que lo hubiera visto pensaría que tomaba balas para desayunar. Al que le disparó no le quedaron ganas de hacerlo otra vez. Le quitó el arma y con la culata lo golpeo hasta que su boca se convirtió en un amasijo de sangre y dientes rotos, y de paso también le machacó la nariz. Le quedó la cicatriz en forma de Z por que el mismo se cosió, no quiso ir a ningún hospital a dar explicaciones. No tardó en aparecer por el bar.
¿que hacemos hoy? - pregunta el drogas - ¿a quien tenemos que joder hoy?
Hace tiempo que no vamos a la tienda de los chinos a tocar los huevos - dice el zorro
Ufff - le digo yo - casi que preferiría tocar a la hija de los dueños
¡Ja ja ja! - se rie el drogas - ¿recuerdas la última vez?
Si, claro que lo recuerdo - le digo mientras hago memoria - aquellos pechos blanditos, como gritaba su padre mientras lo sujetabais... tuve que dejarla por que comenzó a llorar y me cortó el rollo
Si tio, una tienda llena de chinos y ninguno hizo nada, vaya rajaos - dice el drogas
Eso es por que nos tienen miedo y por que no quieren problemas - dice el ciego - no estaría mal volver a hacerles un visita
Pues a que esperamos - dije yo levantándome de un salto - ya me he empalmado sólo con el recuerdo
Pague la ronda y entre risas nos fuimos los cuatro hasta la tienda de los chinos
¡Chao choooo chiiiiiiiiiiiiiing! - gritó el drogas al entrar por la puerta
Por favor, por favor - dijo uno de los chinos apresurademente - no entrar, no entrar
Callate la boca gilipollas - le dijo el drogas mostrando su navaja - estás en mi pais... aprende a hablar bien el idioma por lo menos
Llamar policia - gritó a uno de sus compañeros.
¡No! - se apresuró a decir el dueño - ¡no llamar policia!
Asi me gusta, Jackie Chan, asi me gusta - le dije acariciándole la cabeza - ¿donde está tu maravillosa hija?
Ella no estar - me dice - ella... volver china
¡Los cojones! - le grito - a ver...  ¿cuantos ilegales tienes aqui? Sabes una cosa, igual si que hay que llamar a la policia para ver que pasa...
Ella no estar, ser verdad - dice otra vez
El zorro abre la caja registradora para sacar el dinero.
No - le digo yo - hoy no venimos por dinero, dejalo estar, hoy venimos por otra cosa. Que se de cuenta de lo que realmente queremos.
Como quieras - me dice el zorro mientras se guarda unos billetes en el bolsillo. Un chino se le acerca pero al ver el brillo de una navaja en su mano detiene sus pasos bruscamente.
No me mires asi - le dice el zorro acercando la punta de la navaja a su mejilla - o te hago una cicatriz como la mia
¿Donde está tu hija? - le digo al dueño - dímelo o que te quemo el puto local
No dice nada. Lo zarandeo un poco y lo tiro contra una estantería.
¡Padre! - se oye gritar desde una pequeña oficina tras el mostrador
Bueno, parece ser que ya encontré lo que busco - digo sonriente diriguiéndome hacia ella
Entro en el almacén y me encentro escondida tras una mesa a la preciosidad que buscaba. Me mira con  miedo y entre lágrimas. Su madre se colaca delante de ella para protegerla, pero de una bofetada la tiro al suelo y la dejo sin sentido.
Esta para vosotros - les digo a mis compañeros. El ciego se aproxima desabrochándose la bragueta. Le encantan las mujeres maduras.
Ven aqui preciosa, me duelen los huevos de lo excitado que estoy - le abro la camisa arrancando los botones de golpe y hago lo mismo con el sujetador - que pechos más bonitos tienes, esta vez me da igual que llores, no me marcharé hasta montármelo contigo.
Su padre entra gritando palabras en chino que yo no comprendo mientras el zorro y el drogas lo sujetan.
¿Que pasa suegro? no te gusta lo que le hago a tu hija - le dijo mientras le manoseo las tetas - es verdad que teneis el pelo del coño liso, déjame comprobarlo
Meto mi mano por dentro de su pantalón y encuentro lo que busco. En ese momento el padre consigue liberarse y me empuja contra la pared, haciéndome caer al suelo.
¡Me cago en el puto chino de mierda! - cojo una grapadora metalica que había encima de una mesa y le golpeo repetidas veces - ¡serás cabrón!
Su hija se coloca sobre él para protegerlo y la golpeo también, dejándole alguna grapa clavada en sus manos. Es entonces cuando entran diez chinos en la habitacion y comienzan a mirarme con odio. Algunos de ellos llevan bates en las manos  y golpean al ciego para que deje en paz a la mujer del dueño. El zorro les amenaza con la navaja pero parece que esta vez no les produce miedo ninguno.
 El drogas me mira y me dice - será mejor marcharnos, estos tios están muy enfadados.
Ya me habeis jodido el dia - les digo mientras el drogas me agarra del brazo y me lleva hacia la salida - esto no quedará así... voy a volver y os voy a dar por culo a todos, panda de amarillos, os voy a quemar el local y os vais a volver a vuestro pais en una caja de madera o mejor aún... os vais a convertir en cerdo agridulce... ¡hijos de puta!
Abandonamos el local mientras los chinos nos siguen con la mirada. Si pudieran nos descuartizarían y harian rollitos de primavera con nosotros, pero están en un pais que no es el suyo y no quieren problemas.
Joder, casi me rompen las costillas - dice el ciego echándose las manos a los costados
Suerte tuviste que no te golpearan en la cabeza - dice el zorro
Hijos de puta - digo mientras nos alejamos - pues yo ahora tengo un calentón de cojones... nos vamos de putas chicos, invito yo que he conseguido un dinerito extra ¿tienes un poco de farlopa por ahí?
No jodas - dice el drogas sonriente - venga unos porritos para celebrarlo y toma tu farlopa
¿A cual vamos? - dice el zorro
Al de siempre, al de la vieja, me trae buenos recuerdos, pillamos un taxi y llegamos en un momento - le digo mientras me huelo la mano - puta china, que cachondo me puso.
Buscamos un taxi y nos subimos a el. Le decimos al taxista a donde nos tiene que llevar y nos ponemos a discutir sobre que puta vamos a elegir cada uno. Cuando llegamos al local nos llevamos una sorpresa. Está ardiendo. Los bomberos intentan apagar el incendio. Las putas lloran dentro de un coche patrulla, alguna de ellas semidesnudas. Unos agentes hablan con la dueña del local, me acerco para escuchar después de pedirle al taxi que espere.
Sus ojos... - decía la vieja - tenía una mirada de odio que me hacía sentir miedo... mucho miedo
¿Le conocía?¿era cliente habitual? -  preguntaba el policia
Dijo algo de que venia a cobrarse una deuda pasada. El lo describió como una putada que le hicieron cuando era joven y que le marcó para toda la vida pero yo no recuerdo nada, tuvo que ser hace mucho tiempo - dijo la dueña del local - yo le repetía una y otra vez que no recordaba nada, se lo dije y mire lo que hizo
¿Le dijo algo más? - preguntó el policia
Si - dijo la señora - me dijo que él si que lo recordaba y con eso le bastaba... le prendió fuego a todo, no le importó que hubiese gente dentro... convirtió mi local en un infierno de llamas mientras se reia a carcajada limpia, parecía el mismisimo demonio.
Me cago en la puta - dije yo al escuchar el relato cuando una de las chicas con las que yo más solía frecuentar se me acercó
Esto es para ti - me dijo dándome una nota para después darse la vuelta y salir corriendo hacia sus compañeras.
Era un folleto sobre una mezcla de discoteca y puticlub. Ese mismo dia celebraban una fiesta privada y con aquel folleto podia entrar con la compañia que quisiese.
De puta madre - dije yo mirando a la prostituta. Seguramente imaginaba que veniamos a follar y me estaba suministrando un plan B, ya que su local estaba en llamas. Que detallazo.
Chicos, subios al taxi otra vez que hay cambio de planes, nos vamos a una fiesta a la que nos acaban de invitar - le digo.
Le doy al taxista la dirección del local y nos lleva. Es un local de carretera, a las afueras de la ciudad.
Bueno chicos - les digo bajando del taxi después de pagar - ir desenfundando los pitos que aqui va a haber movida
En la puerta hay un negro de 2 metros que nos mira con cara de pocos amigos. Cuando le entrego el folleto me mira, sonrie levemente y nos hace un gesto para que entremos. Al fondo del local hay una barra y en la pista de baile hay un suertudo bailando con dos tias buenas. A los lados de la pista de baile hay varios reservados para ir con las chicas a pasar un buen rato.
Espero que aparezcan más chicas que aquellas dos - dijo el ciego
Seguramente estén en los reservados ocupadas con clientes, ya apareceran - dice el zorro - además es muy temprano todavía ¿no pone hora el folleto?
Aqui dice que la entrada se puede efectuar a partir de las seis de la tarde - le respondí
Entonces llegamos de los primeros, será cuestión de esperar - dice el zorro
Bueno, tenemos dos buenas hembras bailando con aquel gilipollas - dice el ciego - todo es cuestión de hablar con el y que nos las ceda... si no quiere que le partamos la cara
Espera un momento - digo yo acercándome un poco - ¿ese no es...?
Acelero el paso por la excitación que me produce el pensar que me voy a reencontrar con una persona a la que me encanta putear y si aún por encima de putearlo le puedo joder el plan, mejor que mejor. Cuando estoy a pocos paso de él, me mira y confirmo mis sospechas.
¡Ivanjoe! - le grito - querido amigo ¿pero que haces tu con estás dos cachondas?
Me quedo un rato observándolo. Hacia tiempo que no lo veía. Sabía que había estado hospitalizado desde que lo atracaron  dejándolo casi muerto, pero no sentía ninguna compasión por el. Es como si el tiempo que llevaba sin putearlo hubiera alimentado mis ganas de hacerlo nuevamente.
Claro... - dije yo - son putas, ya me parecía a mi... ¿como vas a ligar con esa cara? pues pagando
Hombre, pero si es tu colega Ivanjoe - dijo el zorro acercándose mientras los demás se dirigían a la barra para tomar una copa.
No os corteis, pedir lo que querais que pago yo - les gritó - y vosotras dos ¿quereis tomar algo? si buscais dinero fácil dejad a ese gilipollas y veniros conmigo
Ivan no dice nada, supongo que no esperaba encontrarme en un lugar asi.
¿Quereis que os cuente una historia sobre Ivanjoe? - les digo sonriente- ¿Quereis saber por que le llamo Ivanjoe?
Os va a contar lo de la vieja - les dice Iván
¿Pero ya se lo has contado? - le digo yo - como eres tan cabrón... privarme a mi del placer de contar esa maravillosa etapa de tu vida en la que descubriste los placeres de la carne con...
Con tu madre - dijo una de las chicas - nos ha contado como tu madre le inició sexualmente un día que fue a tu casa
¿Como? - dije yo - ¿que pasa con mi madre?
Tu vieja la chupa de muerte - me dice Iván - o pensabas que iba a tu casa sólo para verte a ti
¡Me cago en...! - me abalanzo sobre Ivan y de un puñetazo lo lanzo al suelo. Comienzo a darle patadas en la barriga - ¡hijo de la gran puta!
El ciego, el drogas y el zorro vitorean mis golpes a la vez que levantan las copas. Iván se retuerce en el suelo por el dolor. Las dos chicas me detienen para que no siga golpeando a Iván
Vente con nosotras a un reservado - me dicen - si le dejas en paz, haremos lo que tu quieras
¿Y a vosotras que coño os importa este tio? - les digo - ¡es un mierda!
Nos ha pagado bien, por favor dejale ir, no te arrepentirás - me dice una de ellas mientras me mete la lengua en la oreja. La otra comienza a acariciarme la polla por encima del pantalón.
Chicos, sacar la basura mientras yo me voy al reservado a disfrutar de la compañía de estas dos señoritas - le digo a mis colegas que acto seguido recogen a Iván del suelo para llevarlo a la salida del local.
Sólo te vamos a pedir una cosa - me dice una de ellas- te vamos a vendar los ojos a ver si adivinas a cual de las dos te esta haciendo algo
¡Jajajajajajaja! las putillas tienen ganas de jugar - les digo - de acuerdo, tapadme los putos ojos, yo adivinaré cual de las dos me la está chupando
Después de cerrar la puerta del reservado me vendan los ojos. Comienzan a acariciarme el cuerpo mientras me besan y yo me pongo morado a meterles mano. Una de ellas me desabrocha el pantalón y comienza a pajearme. Lo hace bastante bien.
Como sigas asi te voy a llenar la ropa de leche - le digo
Ummm, eso no hay que desaprovecharlo - y acto seguido comienza a chuparmela.
Diooos, esto si que es bueno - le digo mientras una sensación placentera inunda mi cuerpo - joder, joder... que bien lo haces
Le agarro del pelo acompañando sus movimientos, cuando en un amago de orgasmo me da la sensación de que me quedo con su pelo.
Joder - le digo - te acabo de arrancar las extensiones
Calla maricón y correte ya - me dice una voz que me resulta familiar
Me quito el vendaje de los ojos y veo a mi vecino mariquita comiéndome el rabo. Una de las chicas lo está grabando con una videocámara. La otra se rie de mi. Empujo a mi vecino y salgo corriendo del reservado.
¡Chicos! - grito desesperado - tenemos que...
El zorro esta tirado en el suelo, boca abajo con las manos a la espalda, sobre un charco de sangre. Tiene la navaja clavada en las manos, atravesándolas y sujetándolas bien a la espalda. Mas bien diría que las tiene bien clavadas a su espalda. El ciego está sobre una mesa, un botellin de cerveza asoma por su boca. Alguien se lo metió de golpe rompiéndole todos los dientes. Su cabeza esta llena de sangre, como si le hubiesen golpeado con saña repetidas veces hasta dejarle sin sentido.
¡Huye! - se le escucha decir al drogas - ¡vete de aqui!
Iván lo mantiene levantado en el aire agarrándole por el cuello. Lo siguiente que hace es lanzarlo violentamente contra la barra. Yo diria que le parte la espalda con el golpe. Lo que es seguro es que no se volverá a levantar en un buen rato. Ivan comienza a caminar hacia mi.
Será hijo de puta - le digo
¡Callate! - me grita - esta es mi historia Crespo... ahora me toca a mi

martes, 16 de agosto de 2011

SIN CONTROL capítulo 9

Me alejo lo máximo que puedo del lugar y me dirijo a una de las zonas más conflictivas de mi ciudad. Lo primero es sacar dinero. Voy a necesitar bastante para todo lo que tengo pensado hacer. No será problema gracias a lo que me ha dejado mi madre en herencia más lo del seguro. Otra cosa es que el banco quiera dármelo. Busco la oficina perfecta para lo que estoy pensando. Observo a unos chicos sentados en un portal esperando a algún amigo suyo que está dentro buscando una víctima a la que dar el palo. Como pensaba, la oficina perfecta. Cuando me atienden, la chica me dice que no puede darme treintamil euros, que para tanto efectivo tengo que darles un día de margen. Me pongo a gritar que no me quieren dar mi dinero, la gente del banco me mira asombrada, sobre todo un joven que disimulaba ojeando folletos de planes de pensiones. Que ridículo... Cuando me oye decir la cifra de treintamil euros sus ojos comienzan a brillar de excitación. Sale el director y viene un segurata, entonces es cuando pronuncio las palabras mágicas "quiero cancelar la cuenta" y al comprobar mi saldo el director se da cuenta de que como mínimo, deberían bajarme los pantalones y besarme el culo. Entonces comienza a hacerme la pelota, me invita a su despacho y consigo lo que yo quería, mi dinero. Salgo por la puerta con el sobre en la mano, me aseguro de que quien me está esperando lo vea bien y me lo guardo en un bolsillo. Abandono el banco. Detrás mía sale el joven que miraba los folletos y les hace un gesto a los que esperaban sentados. Cuando me doy cuenta estoy paseando por la calle con treintamil euros en el bolsillo y un grupo de cuatro "guardaespaldas" que me siguen a una distancia mas o menos prudencial. Conozco esta zona y me meto por un callejón que no tiene salida, va a dar a un solar rodeado de edificios  en construcción que utilizan para guardar escombros, el lugar perfecto si te quieren dar el palo. No tardo en escuchar una voz a mi espalda...
Amigo, ¿te has perdido? - dice uno de los cuatro idiotas que me han seguido - ¿te podemos ayudar en algo?
Muchas gracias - le contesto sin darme la vuelta - pero no, no me he perdido, he llegado justo al sitio donde quería ir
Joder, pues no sé que se te ha perdido aqui - me responde mientras sus amigos se miran entre risas - pero me parece que nos vas a alegrar el dia con ese sobrecito que te han dado en el banco
¿Me lo vas a quitar tú? - le digo dándome la vuelta para ver las caras de satisfacción de los cuatro idiotas que me van a servir para comprobar mi nivel de entrenamiento. Cuando van en grupito son muy valientes. Se creen muy duros y en realidad son unos picha floja que no harían nada sin su mama. Dejo que se acerquen, no les tengo miedo.
Mira amigo, sinceramente... - me dice uno de ellos - si no quieres que te reventemos la puta cara a ostia limpia, vete soltando la pasta que te han dado en el banco
No pienso darte ni el puto boli que me regalo el director, tendrás que quitármelo todo - le respondo mientras saco el boli del bolsillo y lo muestro orgulloso - hasta un boli me dieron, tu les dejas que ganen pasta con tu dinero para que después cuando vayas a sacarlo no te lo quieran dar... y con un boli lo arreglan todo... que asco dan los bancos
Me lanza una patada a los huevos y se la bloqueo. Esa zona es sagrada, se lo hago saber con la mirada. Uno de ellos me lanza un puñetazo a la cara. Dejo que me impacte pero reduzco el daño girándome al mismo tiempo. Recibo un golpe en la cabeza con algún objeto contundente. La placa de metal es buena, casi no noto nada. Me dejo caer al suelo después de recibir una fuerte patada en el estómago. Momentos antes tensé mis abdominales, por lo que el pie que me golpeó debió acusar el golpe más que yo. Una vez en el suelo comienzan a pisotearme y darme patadas. Uno de ellos busca en mis bolsillos, podría romperle la mano pero le dejo que haga su trabajo. Coge el sobre y lo muestra orgulloso a sus compañeros.
Vamonos, este gilipollas acaba de darnos una semana de vacaciones pagadas - dice moviendo el sobre en el aire - y el primer viaje nos lo vamos a meter por la nariz
Los cuatro se alejan corriendo y yo permanezco tirado en el suelo, con una sonrisa de satisfacción de oreja a oreja. No me he enterado de nada, no me ha dolido ninguno de sus golpes, y lo mejor de todo, tengo un cabreo encima de cojones, la adrenalina brota por mis venas, pero mas cabreados van a estar ellos cuando comprueben que el sobre está lleno de folletos publicitarios. Antes de salir del despacho del director le pedí otro sobre donde guardar folletos de planes de pensiones, un señuelo, le dije, por si había alguién en el banco que al escucharme intentara robarme al salir. El dinero de verdad lo tenía guardado en un sitio donde seguro no mirarían, dentro del calzoncillo, a buen recaudo. Me pongo en pie y no tardo en escucharles de nuevo. Vienen andando por el callejon, cabreados, buscando una respuesta a la pregunta de donde está el dinero.
Oye, cabrón, que coño es esto - me dice enseñando el sobre abierto con los folletos
Los cogí para ti por si no te dió tiempo a leerlos en el banco - le digo riendo - ¿o vienes a por el boli?
Mira tio, te voy a decir donde te puedes meter el boli - me dice caminando hacia mi
Callate ya - le digo - hablas demasiado.
Le agarro la mano donde tiene el sobre y se la retuerzo partiendo los huesos de todos sus dedos como si fueran de plastilina. Agarrándole por el codo se lo empiezo a girar hasta que cruje y le queda el antebrazo colgándo. Comienza a gritar de dolor pero le golpeo en la nuez dejándole sin aliento y sin voz. Agarro el sobre, lo enrollo y se lo hundo en la boca con un golpe seco. De una patada lo mando al suelo. Uno de sus colegas se lanza hacia mi intentando golpearme. Le agarro el brazo se lo parto de un rodillazo viendo como salen los huesos al exterior celebrando un festival de sangre. Con el brazo extendido le golpeo en toda la cara partiéndole la nariz y algunos dientes. Se escapa corriendo del lugar y le persigo, pero otro me salta encima. Le agarro por las orejas y se las arranco, lo que hace que me suelte con cara de no creerse lo que está pasando. Me acerco las orejas a la boca y comienzo a hablarle.
Hola, hola - les digo mientras observo como se toca la cabeza buscando sus orejas - ¿has perdido algo?
Escucho como el que queda en pie saca una navaja. Le permito acercarse y cuando me la va a clavar le doy un golpe seco en la barriga dejándole sin respiración. Le golpeo tan fuerte que soy capaz de meter mis dedos bajo su esternon y levantarlo en el aire entre gritos de dolor.
¿Tienes hambre? comete esto - le digo mentiéndole las orejas de su amigo en la boca y dejándolo caer al suelo.
Se incorpora entre arcadas después de escupir las orejas al suelo y vuelve a lanzarme navajazo tras otro que yo voy esquivando hasta que me canso. Cojo un ladrillo de un montón de escombro que habia en el suelo y al siguiente intento de clavarme el arma le parto el ladrillo en la mano haciendo caer el arma. Recojo la navaja del suelo. Es una mariposa, me encanta. Comienzo a jugar con ella mientras se queja de la mano y cuando me ataca de nuevo comienzo a golpearle con su empuñadura haciéndole retroceder a cada golpe. Se atreve a coger un tablero de madera del suelo, pero antes de que lo levante le clavo la navaja en la mano atravesando la tabla con ella.
Asi lo sujetarás mejor - le digo
El "orejudo" me salta encima y mientras su compañero intenta arrancarse la navaja yo lo volteo en el aire y lo arrojo contra el. Está realmente cabreado después de haberle dejado sin orejas, por que se levanta y viene corriendo hacia mi. Saco el boligrafo del bolsillo y corro hacia él, esquivo su primer puñetazo y de un golpe seco le clavo el boli en la nariz a traves del orificio nasal. Comienzo a correr como si el boli fuera un joystick dirigiendo sus pasos y pulsando una y otra vez el boton para meter y sacar la punta, cosa que le molesta muchisimo, para acabar estampando su cabeza contra un muro. Se queda sin sentido. Recojo sus orejas del suelo y le pongo una en cada mano.
El de la navaja sigue peleando por liberarse. Cojo el tablero al que está literalmente clavado y los levanto a los dos en el aire lanzándolos contra el suelo. El tablero se parte por la mitad con el golpe y a él se le rompen varios huesos con el impacto, además de sufrir un importante desgarro en la mano. Con el trozo de tablero que me queda en las manos comienzo a golpearle en la cabeza hasta que deja de moverse. Le agarro por el pelo y compruebo que también ha perdido el sentido con el dolor.
Me acerco al cabecilla que se sujeta el brazo roto mientras intenta recuperar el habla trás el golpe en la nuez, babeando el sobre que tiene en la boca.
Si os vuelvo a ver en mi ciudad, lo primero que voy a hacer es colgar vuestras pollas en el campanario de la iglesia, para que cada vez que suene os acordeis de por que vais a tener que mear con sonda el resto de vuestras inmerecidas vidas - le digo apretándole las mejillas con las manos y abriéndole los ojos con los pulgares - teneis 24 horas para marcharos... no me hagais tener que sacar la basura, a nadie le gusta
Abandono el lugar con una tremenda exitación encima. La adrenalina recorre todo mi cuerpo como si fuera un circuito de fórmula uno. Me miro los brazos, tengo las venas hinchadísimas y los músculos en tensión. Noto que sería capaz de enfrentarme a un ejercito de estos tios yo solito, pero tengo cosas mejores que hacer.
 Me dirijo al 24 horas, tengo que saludar al señor Peleteiro y darle las gracias por todo y preguntarle por los tres mil euros que debía haber dentro de la caja que me dejó la noche del robo.
En cuanto llego cojo la verja y la bajo bruscamente, haciéndola chocar contra el suelo, cosa que el señor Peleteiro detestaba. Un argentino viene a detenerme increpándome por lo que acabo de hacer. Le doy un sobre con una cantidad de dinero mientras veo salir al señor Peleteiro de su despacho, echando humo con intención de abroncar a su empleado por lo de la verja
Iván... ¿qué haces por aqui? que... que alegría verte - dice el señor Peleteiro.
El argentino me mira asombrado al escuchar mi nombre. Ahora ya sabe quien soy y se imagina lo que he venido a hacer. Mira el sobre del dinero y al ver que hay más de lo que ganaría en seis meses, abre la verja, le dedica una sonrisa al señor Peleteiro, y la baja de nuevo haciendo aún más ruido con el golpe que yo. Por el comportamiento de su empleado, está claro que el señor Peleteiro sigue siendo una "buena persona".
Pero.... no entiendo - dice el señor Peleterio sacando un movil de su bolsillo - ¿qué es lo que quieres?
Le arranco el movil de la mano para evitar que llame a la policia.
Coño... un iphone - le digo - esta claro... gilipollas, todos los que lo tienen son gilipollas
Golpeo el teléfono contra el suelo y se parte en mil pedazos.
Eso con un nokia no pasaria - le digo sonriente - pero pase, siéntese en su despacho, si sólo he venido a buscar una respuesta.
El señor Peleteiro me hace caso y se sienta. Abro el cajón de su mesilla y saco una pistola.
Esta me la quedo yo, no vaya a ser que tenga usted una mala idea - le digo
Si, si, como no - dice el sonriente pero con cara de jodido
¿Quiere tomar algo? Una cervecita tal vez - le pregunto
No, no.. ahora mismo creo que no es momento para eso - me dice nervioso
Pues yo si, me voy a tomar una cervecita... ¿no le importa verdad? es que hace un rato he estado "jugando" con unas amigos que me encontré en el banco y estoy algo acalorado - le digo mientras me hace un gesto de asentimiento con la cabeza.
Me cojo una coronita y me la tomo en dos tragos. Coloco el envase vacio sobre la mesa y me quedo observando al señor Peleteiro mientras el sudor sale a borbotones por su frente.
Y bien - le digo - ¿que pasó con los tres mil euros que supuestamente me dejo en la caja de metal que yo entregue esa noche a los ladrones?
¿tres mil euros?¿caja de metal? no sé de que me habla - me dice el muy hijo de puta.
Cojo la botella vacía de cerveza y se la estampo en la cabeza. Un hilo de sangre comienza a caer por su frente. Veo una botella de Jhonny Walker a la que le queda la mitad. La abro y me bebo su contenido mientras escucho sollozar al señor Peleteiro. Coloco la botella vacía justo donde había dejado la otra. El señor Peleteiro me mira asustado.
Sería una pena tirar por los suelos media botella de Jhonny... ¿no cree? - le digo - ahora ya no hay problema
¡No había tres mil euros! - me grita entre lágrimas - ¡nunca existieron!¡no pensé que los ladrones fueran a venir a robar a esta tienda!
Claro, normal...  - le digo - una tienda sin cámaras de vigilancia, sin alarma, sin vigilante... quien cojones va a querer robar en un sitio asi
Si llego a saberlo, no le habría mentido - me dice limpiándose la frente con un pañuelo
Pero a la aseguradora les dijo que había tres mil euros en esa caja y usted cobró ese dinero ¿lo tiene aqui? - le pregunto
¿Es por dinero? - me pregunta asombrado - claro, claro... como no, tengo los tres mil aqui y más también.
Veo al señor Peleteiro apartar unos libros de una estantería. Detrás hay una caja fuerte que abre rápidamente. Esta llena de billetes.
Cójalo todo, debe haber quince mil euros - me dice - pero váyase, no me haga nada
Es usted muy generoso - le digo - está claro que piensa cobrar otra vez de la aseguradora, pero no he venido aqui a robarle, por lo que no va a cobrar ni un duro
El señor Peleteiro me mira con cara dubitativa mientras me ve sacar unos montones de billetes de cincuenta euros para apilarlos después en su mesa. Voy un momento a la tienda y aparezco con un frasco de salsa de tomate. Abro el frasco y comienzo a vaciarlo sobre el dinero.
¿Pero que coño hace? ¿esta loco? - me dice
Te los vas a comer, te vas a comer el puto dinero. Vas a ser una hucha viviente o un colador, lo que tu prefieras - le digo apuntándole con la pistola
Pero no puede obligarme a hacer esto - me dice incorporándose de golpe. Le disparo sobre el hombre y el sonido le hace sentarse bruscamente. Mira hacia atras y ve el agujero de la bala en la pared.
No me toques los huevos o la próxima vez no fallaré - le digo - venga, comételo todo... es eso lo que le dices a tus novias en la intimidad ¿no? pues aqui lo mismo
Entre lágrimas, el señor Peleteiro comienza comer billetes de cincuenta empapados en salsa. Le cuesta tragarlos pero el miedo a recibir un disparo le facilita las cosas.
Joder, esto es más poderoso que el dinero - digo mirando el arma - pero no lo voy a necesitar, por lo menos contigo, no tengo pensado matarte.
Por favor - dice entre lágrimas - no puedo más
Si no te has comido ni quinientos euros - le digo amazante - te lo vas a comer todito
No puedo más... de verdad... no puedo más - me dice - y sé que no vas a dispararme, lo sé...
Me quedo mirando al señor Peleteiro que se aparte de la mesa como desafiándome a ver lo que hago. Se que la forma de joderle es destruyendo aquello que ama y no hay nada que le importe más que el dinero. Al ver que no hago nada, esboza una pequeña sonrisa, pero enseguida se la borro cogiendo la botella vacía de Jhonny y estampándosela en la cabeza. Cae al suelo sin sentido... eso me da una idea, si no quieres comer, hay otras maneras.
Al cabo de una hora el señor Peleteiro abre los ojos. Esta tumbado sobre la mesa con las manos atadas a las patas de la misma y el culo levantado. Me busca con la mirada pero sólo vé un tarro de tulipán abierto.
Buenos dias princesa - le digo mientras me quito un guante lleno de tulipan y mierda - ¿a que no te imaginas donde he guardado tu dinero? me ha costado lo suyo meterlo todo por que me daba un poco de asco, pero por lo menos ya no tendrás que usar una caja fuerte ya que lo llevarás siempre encima. Anda, que despistado, si se me había quedado fuera un cartucho de monedas de dos euros..  pues para adentro también...
El señor Peleteiro comienza a chillar de rabia y dolor al sentir el paquete entrando en su culo hucha pero sobre todo al ver la caja fuerte vacía ante sus ojos e imaginando donde ha ido a parar el dinero.
Bueno, me marcho que tengo muchos asuntos pendientes. Acabo de llamar a los del diario local - le digo sonriente - asi sacan fotos para adornar la noticia. Será divertido ver el titular, empresario local aparece maniatado con miles de euros metidos en el culo... espero que ellos mismo se encarguen de liberarte, por que ahora no notas nada pero en cuanto te muevas... te va a doler un poco... que gusto te va a dar cagar dinero, a ver como lo limpias después. Por cierto, volveré a por ti algún dia y volveré a hacerte lo mismo que te he hecho hoy... yo pensaría seriamente el marcharme a otro lugar... aunque te encontraré.
Me marcho llevándome como recuerdo los ojos abiertos como platos del señor Peleteiro reflejando el miedo que siente y sentirá de por vida. Tengo que buscar un lugar donde poder seguir elaborando mi plan, pero antes necesito ir a mi casa a buscar algo de ropa. Espero que no me estén esperando. Me doy un paseo por lo alrededores buscando algún coche de la policia. Supongo que aunque tienen la grabación de lo que hice con la vieja, todavía no me han reconocido. Debo darme prisa. Entro en mi portal y cuando voy a coger el ascensor la luz de ocupado esta encendida. Me temo lo peor. Que el hijo de puta del tercero y su manía de dejar la puerta abierta para joder a los demás me esté ocurriendo a mi en el momento menos oportuno. Comienzo a subir las escaleras cabreado y efectivamente me encuentro la puerta bloqueada en el tercero. Me dirijo a la puerta de mi vecino, llamo al timbre y cuando noto que alguien me mira por la mirilla la pego una patada a la puerta y la echo abajo. Escucho gritar a su mujer y veo a su hijo venir corriendo en calzonzillos.
¿Qué pasa aqui? - pregunta asustado - mamá, llama a la policia
Le agarro por los huevos y se los aprieto como si tuviera dos nueces en la mano que quisiera romper, pero me encuentro con dos avellanas. Comienza a gemir de dolor y le digo a su madre que se este quietecita si no quiere quedarse sin nietos. De un cabezazo dejo sin sentido al caraculo de su hijo. Levanto del suelo al idiota de mi vecino y lo estampo contra la pared. Me mira con miedo y con las gafas descolocadas. Me acerco para que pueda sentir mi aliento enfurecido sobre su cara.
Si vuelvo a encontrarme la puta puerta del ascensor abierta, te juro que la arranco, entro en tu casa y te la hago comer - le digo - tu verás lo que haces
Es por esas putas - me dice nervioso y señalando con el dedo - las del piso de enfrente... dejo la puerta abierta para joder a sus clientes, asi tienen que subir andando
Mírate bien viejo loco - le grito - esos clientes a los que quieres joder... tú eres uno de ellos. Sólo hay que mirar a la gorda de tu mujer y al subnormal de tu hijo de los que te sientes tan poco orgulloso. ¿Te crees que nunca te he visto salir de su piso?. Pues alguna de las veces que he tenido que subir andando por tu culpa te he visto salir de puntillas de alli...
Manolo... ¿que dice este hombre? - pregunta la mujer echándose las manos a la cabeza
No le hagas caso cariño - dice con voz temblorosa - está loco
Señora, ahora se explica usted por que su marido llegaba tarde de echar la partida en el bar - le digo antes de ver como se marcha corriendo a buscar algo
Me parece que está un poco cabreada - le digo a mi vecino - normal, toda su vida aguantando a un vividor como tú para darse cuenta que es una cornuda, y además con las vecinas de enfrente
Te la voy a cortar, hijo de puta, te la voy a cortar - grita su mujer histérica con un cuchillo en la mano
Creo que viene dispuesta a arreglarlo - le digo a mi vecino - se acabaron las putas para ti
Dejo a mi acojonado vecino en el suelo y subo corriendo a mi piso. En una mochila meto algo de ropa limpia y abandono el lugar a toda prisa antes de que llegue la policia. A las afueras hay un Motel. Llamo a Miguel y le pregunto si puede venir a buscarme. No me falla. Acude a mi llamada y viene a por mi en su coche.
¿Que ha pasado? - me pregunta
Lo sabrás, Miguel, lo sabrás - le respondo sin entrar en detalles de los sucedido y le doy las indicaciones del Motel al que me tiene que llevar.
¿No piensas contarme nada? - me dice - tienes marcas de golpes en la cara y mirate las manos...
Si te preguntan por mi, no me has visto, no sabes nada de mi desde hace dias - le digo a Miguel - y no te preocupes por mi, se cuidarme sólo, hoy lo he comprobado
Esta bien, haré lo que me pides - me dice - pero si necesitas algo más que un amigo que te haga de taxista, puedes llamarme sin dudarlo.
Continuamos el viaje sin hablarnos. No me apetece contarle a Miguel lo que me ha ocurrido hoy, contra menos sepa mejor. De vez en cuando me mira con cara de rabia. Sé que le jode lo que estoy haciendo. Sé que no quiere que me pase nada. Es un buen amigo. La situación es algo incomoda pero llega a su fin en cuanto aparcamos delante del Motel.
Gracias Miguel - le contesto - necesitaba de alguien en quien pudiera confiar que me trajera hasta aqui. Será mejor que no te vean conmigo.
Me bajo del coche y me despido de Miguel. Entro en el Motel y me encuentro a un gordo recepcionista ojeando una revista porno.
Quiero una habitación - le digo - para unos cuantos días
Tiene que dejarme un carnet - me dice
Me olvidé el carnet en casa, quizás esto sirva para que usted me de la habitación sin problemas - le muestro un billete de cien euros que coge y se guarda en el bolsillo rápidamente
Está bien, aqui tiene la llave, pero va a tener que pagarme por adelantado el día - me dice
Cóbreme una semana - le digo - aunque espero que mi estancia dure menos
Me dirijo a mi habitación. Hay una gran cama, un televisor y un cuarto de baño con jacuzzi. Me tumbo en la cama y cojo el teléfono para llamar a recepción.
¿Tienen chicas de compañia? - le pregunto al recepcionista - pues mándeme las dos más atractivas que tenga
Cuelgo el teléfono y comienzo a montar en mi cabeza la siguiente parte del plan. Dos chicas semidesnudas entran en la habitación. La verdad es que son muy atractivas y sería muy difícil decir que no a sus encantos, pero yo ya no siento atracción más que por una mujer y pensar en ella y en cual es su situación actual me enfurece todavía más.
Tengo que proponeros algo - les digo sonriente - os pagaré bien, muy bien.
Las chicas se acercan, se sientan a mi lado y entre besos en el cuello y caricias me piden que les explique que es lo que tienen que hacer. Se lo explico y después de negociar el precio, aceptan sin problemas. Todo esta listo, es hora de visitar a un viejo amigo y darle las gracias por todas las putaditas que me ha hecho en estos años.

sábado, 30 de abril de 2011

SIN CONTROL capítulo 8

" Entrenamiento"

Las 7 de la mañana. Suena el despertador. Lo apago y me levanto para darme una ducha. Me miro en el espejo y pienso en como han cambiado las cosas. En otro tiempo me habría levantado con un empalme de cojones y me habría masturbado sin dudarlo. Mi teoría se basaba en que nunca había que desperdiciar una erección por que algún día, cuando al cuerpo le pesaran más los años que los kilos, estas no serían tan habituales. ¿Quién tenía ganas ahora?. Pues ni mi cuerpo que inconscientemente me provocaba esa habitual erección mañanera tenía ganas de sexo ni mi mente estaban por la labor. Me ducho y encamino mis pasos hacia la cocina para desayunar. Ayer cuando llegué a casa me sorprendió la limpieza y el orden con que me encontré todo nada mas entrar por la puerta. Mi madre debía de venir a diario para limpiar con la esperanza de que estuviera todo listo a mi regreso por si yo despertaba. Miguel me contó que sabía lo de mi madre, sabía como había muerto y reconoció que los médicos le prohibieron decirme nada, tanto de mi madre como de Eva, por que no se sabía como puede reaccionar una persona en coma a los estímulos del exterior y las malas noticias nunca tienen una buena aceptación. Le dije que lo entendía, que no debía sentirse mal por ello y que en unos días le llamaría para quedar, ahora me apetecía estar sólo un tiempo para intentar aclararme un poco la cabeza. El armario está lleno de magdalenas de las que me gustan a mi y no me falta el nesquik. Me lo preparo con la leche bien fría mientras pienso en lo que voy a hacer hoy. Me encanta mojar la magdalena y que se quede pegado el cacao que flota en la leche sin remover. No puedo evitar pensar en Eva y sentirme mal. No se nada de ella desde que salí del hospital. Sé que soy un cobarde por intentar evitarla, pero me siento culpable de su actual estado. Cuando haya hecho lo que tengo que hacer podré volver a mirarla a la cara por lo menos para decirle que no volverán a tocarla. Después de desayunar enciendo la 360 con el call of dutty, hay una cosa que quiero probar. Me pongo a jugar online y no tardan en matarme una y otra vez. Mis movimientos son torpes, no tengo la agilidad de antes. Observo mi pulgar izquierdo con su cicatriz que parece un cinturón rodeándolo. El dedo se me ha quedado tieso y no soy capaz de moverlo como antes. Tardaré en acostumbrarme. Dejo el mando sobre la consola y me voy a mi habitación. Me lo pienso mejor y vuelvo a coger el mando, lo miro un momento para después estamparlo contra la pared. El mando salta en pedazos. Problema resuelto. Mi habitación esta rodeada de estanterías llenas de manga y figuritas. Ojeo uno de mis favoritos, "el puño de la estrella del norte", y veo a su protagonista musculado repartiendo leña a mansalva, haciendo explotar los cuerpos de sus víctimas. Como me gustaría tener ese poder, pero es un comic, es irreal. Me cojo el Vagabond... joder, este tambien está fuerte, este no los hace explotar, pero les pega cada leñazo a sus rivales que los deja tiesos, por lo menos este manga está basado en un personaje real. Este utiliza la fuerza bruta... es una buena opción. Lo tiro al suelo, cojo el Berserk... ¿Pero que coño? ¿Todos los heroes tienen que estar cachas? Este también utiliza la fuerza bruta. Sus músculos le dan el poder para manejar una gigantesca espada con la que mutila a sus enemigos.Me miro en el espejo de la habitación y siento que soy un mierda. Tanto tiempo en coma ha sido la dieta perfecta que más de uno o una quisiera para si. Estoy en los huesos, pero no me siento débil. A lo largo de la mañana se me ocurre una idea y a eso de las 10 me visto y me voy a la calle, al Game que está cerca de mi casa. La dependienta se alegra al verme, todavía se acuerda de mi. Como no se va a acordar después de todo el dinero que llevo gastado alli, por eso se alegra, por que acaba de entrar por la puerta una fuente de ingresos. Me compro todos los juegos que encuentro relacionados con el ejercicio físico. El EA Active y todas las mariconadas que encuentro. Miro el kinect para la 360. La dependienta me dice que se juega sin mando.
Perfecto - le digo - por que creo que mi mando de la 360 no volverá a funcionar.
Me mira y  me dice que siente mucho lo que me ha pasado. La verdad, no le hago mucho caso, me despido sonriente dando las gracias y vuelvo a casa. A las doce van a venir dos abogados a hablar conmigo, temas de herencia y un seguro de vida que se hizo mi madre días antes de fallecer. Por lo visto no me va a hacer falta trabajar más, mi madre lo dejó todo bien atado por si le ocurría algo. Hasta en eso se preocupó más por mi que por ella. Son puntuales, llegan a la hora y les invito a pasar. Me muestran papeles y papeles y me entero que mi madre me ha dejado el piso donde vivo, su casa, diversos terrenos, dos cuentas corrientes (una de ellas con bastante dinero) y diversas pertenencias que, la verdad, o no me acordaba de ellas o no sabía que existían. Uno de ellos es de la compañía de seguros. Tengo que firmar un papel para recibir el pago del seguro. Es una cantidad muy importante.
Podrá usted empezar una nueva vida - me dice el muy capullo sonriendo falsamente
Borre usted esa estúpida sonrisa de su cara - le respondo - no hay nada que más les joda a las aseguradoras que tener que soltar pasta. Traiga el papel que se lo firmo y váyanse de una puta vez
Perdón, no queríamos molestarle - me dice ofendido mirando al otro abogado- pero pienso que tampoco es para que se ponga asi
Nueva vida dice - le digo mientras firmo mirándole a los ojos - acabo de volver de la muerte como quien dice para encontrarme con que mi madre a muerto atropellada por un hijo de puta que se dió a la fuga y mi ¿novia? la verdad es que no sé si puedo llamarle novia... no quedamos en nada... bueno, ya lo hablaremos si se despierta, por que está en coma... un puto loco la violó y le asestó una brutal paliza que la dejará en silla de ruedas para toda la vida y, ¿saben lo mejor?, fue culpa mia
Disculpe, yo no sabía... - dijo el abogado
Tenga el papel y váyase de mi casa.... ¡vayanse los dos! - les digo sintiendo como mi corazón empieza a bombear a sangre cada vez más rápido, llenando mis venas de adrenalina. Mi respiración es cada vez más fuerte, los pulmones me arden. Debo calmarme, respirar mas despacio, tengo que controlar esto.
Afortunadamente los abogados se marchan y me quedo sólo en casa. Me tumbo en el sofa buscando relajación y me paso las siguientes horas alli tumbado sin hacer nada más que mirar al techo y acariciar mi cicatriz en la cabeza. Es bueno tener una cicatriz asi en la cabeza, me sirve para no olvidar, para acordarme de por qué la tengo y dejar de perder el tiempo tumbado en un puto sofa. Me levanto y salgo a la calle. Tengo que hablar con alguien, necesito información,
Voy caminando por la acera que está llena de gente. Una persona tropieza conmigo, lo que me hace recordar al payaso del móvil. Me giro rápidamente sintiendo otra vez mi corazón a mil por hora para ver a un señor mayor pidiéndome perdón con la mano levantada. Falsa alarma, mi corazón vuelve a la normalidad. No tardo más de media hora en llegar a mi destino. Entro en la pizzería y me siento. Observo todo a mi alrededor intentando imaginarme como debió de ser el atraco que hubo aqui hace tiempo, antes que el mio y antes que el de Eva. Me imagino también como pudo ser el que Eva sufrió. La veo abriendo la caja registradora y dándoles el dinero mientras el de la maza golpea con ella el mostrador intentando provocar miedo y lo consigue. El de la pistola se acerca a Eva sonriente y le pone la pistola en la sien, se arrima a su cara y le da un lengüetazo en la mejilla mirándome fijamente. Me mira y se ríe... ¡hijo de puta!. Me levanto con la frente llena de sudor. La gente me mira asustada y cuando la camarera me habla me percato de que todo es producto de mi imaginación. Estaba soñando despierto.
Hola Jazmín - le digo - ¿te acuerdas de mi?
Se queda un rato mirándome sin saber como reaccionar hasta que de pronto comienza a mirar de un lado a otro como asustada
¿tienes miedo de algo? - le pregunto mientras me seco el sudor con una servilleta- ¿buscas a alguien? yo también...
¿Que desea tomar el señor? - me pregunta intentando fingir que no me conoce
Finges muy mal ¿sabes? - le digo - sé que Eva descubrió algo y sé que tú lo sabes... ella no iría a ningún sitio sin decirle nada a nadie por si la descubrían y le pasaba algo. Eso sería de tontos y ella no tenía ni un pelo de tonta... ¿te lo dijo a ti verdad? ¿te contó a donde iba?
Disculpe señor, creo que se equivoca de persona - me dice avergonzada con la mirada clavada en el suelo
Escúchame - le digo acercándome a su lado y pegándo mis labios a su oreja - voy a volver otro día a hablar contigo y quiero que me dés la dirección a la que fue Eva, por que quiero encontrarlos y hacerles pagar por lo que le hicieron. Si no colaboras conmigo acabarás temiéndome más a mi que a ellos... piénsatelo bién y toma la decisión correcta, no quieras verme enfadado, no te lo recomiendo...
Me dirijo hacia la puerta de salida justo cuando veo venir a un camarero fornido con cara de chulito que viene a socorrer a su compañera sospechando que le este pasando algo.
¿Ocurre algo Jazmín? - dice poniéndome la mano en el hombro para cortarme el paso - ¿te molesta este señor?
Le retuerzo la mano haciendo crujir su muñeca y poniendo al límite los ligamentos de su codo, pero no quiero rompérselo. Le agarro por los huevos y se los aplasto a la vez que lo empujo contra la pared mientras escucho como se queda sin aire por el dolor mientras una lágrima cae suavemente por su mejilla.
Tranquilo gallito que esto no va contigo - le digo sin soltarle - deja tu chulería para los borrachos que no se puedan defender y de los que puedes abusar, es más, creo que hasta disfrutas con eso... eres de los que le gusta presumir de fuerza aprovechándose de la debilidad de los demas, ¿verdad? pues conmigo sólo puedes perder, recuérdalo la próxima vez que me veas si quieres conservar todos los dientes.
Le libero de la presión y le dejo caer al suelo. Jazmín se agacha a socorrerlo y mi mira con miedo.
Deberías tomar frutos secos - le digo mientras recojo un puñado de un plato que hay en la barra - son buenos para la memoria
Abandono el local y me vuelvo a casa. Tengo muchas cosas que hacer. Empiezo a buscar en internet métodos para ganar masa muscular haciendo ejercicios en casa. Como no tengo ganas de salir compro a través de internet varios juegos de pesas y otros aparatos que me ayudaran a conseguir mi objetivo, asi como nutrientes y todo tipo de proteinas. No quiero sólo fuerza, también quiero un cuerpo que asuste. En una semana transformo el salón de mi casa en un gimnasio improvisado. Por las noches salgo a correr y por el dia hago pesas, acompañado todo de una dieta especíal para ganar masa muscular que encontré en internet. Repito ejercicios una y otra vez. Descargo libros de la red que me ayudan a acelerar el proceso con diferentes tablas de ejercicios. Me ayudo del kinect de la 360 para hacerlos más entretenidos pero con unas cuantas pesas en diferentes lugares de mi cuerpo. El wii fiit no lo vuelvo a tocar, demasiado ligth para mi. Durante un més no salgo de casa prácticamente para nada. La policia viene varias veces a timbrar a mi puerta, los dos compañeros tan simpáticos que me visitaron en el hospital. Les veo llegar en la pantalla donde sale la imagen de la cámara que instalé en la entrada por seguridad, enfocando todo el pasillo. No quiero visitas inesperadas. No les abro, les dejo marchar pensando que no estoy en casa. Me llaman por teléfono pero no pienso contestar a ningún número que no conozca.  Miguel también me llama varias veces para quedar pero le digo que todavía no estoy preparado hasta que un día se presenta en casa y a él si le abro la puerta.
Joder - me dice viendo mi nuevo físico - ¿que te ha pasado?
Digamos que me estoy poniendo en forma - le contesto - suele pasar cuando estás 10 horas al dia haciendo pesas
¿Esto lo has montado tú sólo? - me pregunta viendo el gimnasio del salón - la leche... si podrías hasta abrir un negocio, cuanta máquina...
Digamos que compré todo lo necesario para un entrenamiento express - le digo mientras tomo un batido de proteinas
La policia te está buscando - me dice - por lo visto no constestas al teléfono, no les abres la puerta cuando vienen.... no es nada grave, quieren hacerte unas preguntas por si viste a alguien sospechoso en el hospital
¿Alguien sospechoso? - le pregunto
Si, por lo visto le dieron una paliza a un señor que estaba en las escaleras hablando por teléfono - me dice Miguel mientras se sienta en uno de los aparatos- casi le hacen comerse un iphone... ¿esta máquina para que coño es?
Es para hacer abdominles - le digo - la he modificado un poco para hacerla más sufrida y que cueste un poquito más hacerlos, bueno, sin contar el peso que me pongo en el pecho para...
Casi que no lo voy a probar - me dice Miguel levantándose de la máquina al verme coger una pesa de 20 kilos - ¿qúe tal estás?
Impaciente - le respondo - ¿qué tal está Eva?
Sigue igual, supongo que sólo queda esperar a ver si despierta, como hiciste tú - me responde - ¿Por qué no vas a verla?
No puedo - le digo mientras me siento - ella está en ese estado por mi culpa, no soy capaz de acercarme sin sentirme mal.
No pienses eso - me dice Miguel sentándose a mi lado - tú no eres culpable de nada, tú eres una víctima, igual que ella, de unos desalmados que merecen estar en la cárcel...
Me levanto por que la cicatriz en la frente me empieza a arder a la vez que pienso que la cárcel no es el destino que tenía pensado para ellos. Sólo acordarme de sus caras me llena de odio.
¿Qué ocurre? - me pregunta Miguel preocupado
No es nada - le digo - es la placa de metal que me pusieron en la cabeza... está tan fría que a veces me molesta
Es verdad, que a veces no me acuerdo de que eres medio Robocop - me dice Miguel riendo
¿Robocop? no me toques las pelotas... - le digo - sólo tengo la frente de metal, el resto es auténtico 100%
Aqui apesta a sudor - me dice - deberías abrir las ventanas un poco
Normal que apeste a sudor - le contesto - llevo un més sin salir de aqui
¿Un més? - me pregunta sorprendido - ¿y como coño te has estado alimentando todo este tiempo?
Tienda online... haces la compra y te la traen a casa, muy cómodo - le respondo
Joder.... lo que inventan - me dice-¿quieres salir a tomar el aire? a ver que te busco algo de ropa decente si es que hay algo decente en tu armario
¡No entres en mi habitación! - le grito pero ya es demasiado tarde
Miguel se queda paralizado observando las paredes de mi cuarto. Donde antes habia estanterías con mangas ahora no hay nada, esta todo tirado por el suelo. En su lugar hay marcas de puñetazos, algunos ensangrentados. Se da la vuelta y me mira. Es en ese momento cuando se da cuenta que llevo las manos vendadas.
Pero... ¿qué ha pasado aqui? - me pregunta preocupado - Estás estanterías rotas, esos desconchones en las paredes... ¿eso es sangre?
Te parecerá una locura - le digo intentando calmarlo - pero necesitaba endurecer mis manos, hacerlas insensibles al dolor, y esas paredes eran perfectas
Tio... estás peor de lo que pensaba - me dice con gesto serio - mucho peor...
¿Quieres que te utilice a ti como saco de boxeo? - le pregunto
No, fuera coñas, lo que quiero es que no hagas locuras.... déjame ver como tienes las manos - me dice
Las manos están bien - le digo colocando mis manos a la espalda para que no las toque - fuertes y sanas como el resto del cuerpo
Está bién, perfecto, sigue con tu vendetta - me dice enfadado - pero esto no me parece normal, autolesionarse no es una forma de entrenamiento. Romper paredes a puñetazos no es divertido.
No buscaba lesionarme - le respondo - unos usan sacos de boxeo, yo necesitaba algo más contundente y casero.
¡Joder! - grita Miguel - ¡pues me parece más normal usar una pared!
Te he dicho que quería endurecer mis manos - le respondo mientras agito mis puños en el aire golpeando un saco invisible - necesito que estén preparadas para golpear sin sentir dolor, ahora tengo unos nudillos de acero
Me preocupas tio, me preocupas - me dice - me voy a marchar por que esto me supera y voy a acabar seriamente cabreado contigo. La próxima vez que venga nos vamos a dar un paseito tú y yó. Tienes que salir de casa, no puedes estar todo el día aqui metido. Te vas a volver loco si no lo estás ya.
Miguel se dirigue a la salida todo cabreado pero justo cuando esta abriendo la puerta se para, se gira y me mira con gesto preocupado.
Llámame, cualquier cosa, no lo dudes, pero llámame, antes de hacer más locuras habla conmigo... otro día que venga arreglamos ese desastre - me dice señalando mi habitación antes de cerrar la puerta
Gracias Miguel - le grito - gracias por ser mi amigo
Miro en la pantalla como Miguel se aleja por el pasillo de la entrada. Me pongo a pensar en sus palabras y quizás tenga razón. Debería salir a la calle durante el dia, no sólo a correr por las noches. Que me dé un poco el Sol en la cara. Se me ocurren un par de cosas que hacer, pero antes necesito ir a comprar más comida. Después de un més haciendo la compra por internet ya estoy hasta las narices de estar siempre esperando a que llegue el repartidor con la comida. Quizás sea una buena idea salir aunque sea hasta el centro comercial que hay a diez kilometros de aqui. Me voy a cambiar las vendas de las manos, estás están un poco sucias y una ducha tampoco me sentará mal. En media hora estoy listo y saliendo por la puerta no sin antes comprobar que no voy a encontrarme con nadie no deseado. La sensación de el Sol dándome en la cara es placentera. Ya en el centro comercial me pongo a hacer la compra. Cojo comida que se pueda congelar y con alto contenido en proteinas. No tardo en llenar el cesto. El camino de vuelta a casa va a ser algo complicado con tanto peso, pero será un ejercicio más dentro de mi rutina. Me acerco a una de las cajas a pagar y al mirar a la señora que está vaciando su carro tengo otra vez la misma sensación que en el hospital cuando vi al del móvil. Un fuerte pinchazo me hace llevarme las manon a la cabeza. De pronto todo cambia y en mi mente vuelvo a revivir una situación del pasado. Mi cerebro me alerta de la presencia da una persona no grata para mi y me hace recordar.  Veo a aquella mujer colándose delante mia, le veo en el 24 horas quejándose de mi, la veo y la recuerdo... puta vieja, no me gusta dejar cuentas pendientes. Paso delante de ella mientras la cajera me mira sin entender mi comportamiento. Con un movimiento de mi brazo tiro toda la compra de la señora al suelo y comienzo a colocar la mia.
¡Oiga! ¿pero qué se supone que está haciendo? - me dice - ¿está usted mal de la cabeza? ¡haga el favor de recoger mi compra ahora mismo!
La cajera intenta llamar a seguridad a través del telefonillo. Se lo arranco el de las manos y le digo que me cobre a mi primero.
¡esto es absurdo! - dice la señora - ¡¿pero quien se ha creido que es?!
Perdone... estaba la señora antes - me dice la cajera
La señora tiene mala memoria y está claro que no se acuerda de mi- le digo - pero esta vieja de mierda es especialista en colarse. Hoy me voy a colar yo, que se joda
Pero como se atreve - me dice la señora a la vez que me da una bofetada
La miro fijamente, el corazón me pide a gritos que me abra el pecho y lo deje salir, se vuelve loco y lo demuestra dejándome sordo con sus latidos. Todo me da vueltas, la gente me mira asombrada pero nadie hace nada, solo miran un espectáculo para el que no han pagado entrada y que no les va a gustar, sólo a los morbosos.
¿Usted sabe cuanto vale la mierda? - le pregunto a la señora
¿Pero que pregunta más idiota es esa? - me dice - haga usted el favor....
La agarro por la cintura y la coloco encima de la cinta a la vez que le quito de las manos el lector de código de barras a la cajera. Le levanto la falda y se lo incrusto en el culo atravesando las bragas. La máquina comienza pitar pero no marca nada en pantalla. La señora no para de gritar y la cajera se marcha corriendo pidiendo ayuda horrorizada ante la dantesca escena que acaba de presenciar.
Pues parece ser que su mierda no tiene precio - le digo a la señora mientras muevo el lector como buscando el código - no ponga esa cara y dejé ya de quejarse... sé que en el fondo le gusta. Igual hay que buscar más adentro...
Cansado de buscar dejo a la señora que se divierta ella sola con el cablecito negro del lector saliéndole del culo y comienzo a andar mientras la gente se aparta. Nadie se atreve a tocarme, me tienen miedo. Veo venir a dos vigilantes de seguridad corriendo. El primero intenta agarrarme pero digamos que la cosa no le sale muy bien. Antes de que lo haga le lanzo un puñetazo a la nariz que le provoca un dolor intenso acompañado de un abundante sangrado.
¡Ups! - le digo mientras se sujeta la nariz - eso debe doler... ha sonado muy mal
El segundo intenta golpearme con la porra pero se la quito de las manos y lo arrojo contra el suelo utilizando su propio impulso. Sujeto la porra apretándosela contra el culo y le pregunto si quiere que le haga lo mismo que a la vieja. Con los ojos a punto de salirse de sus orbitas por el pánico me dice que no moviendo la cabeza. El compañero se acerca pensando que no me doy cuenta, pero escucho el goteo de su sangre chocando contra el suelo y justo cuando va a agarrarme me levanto, lo sujeto y le doy un cabezazo que le deja sin sentido, cayendo con tan mala suerte que golpea de lleno a su amigo en la cabeza quedando los dos inconscientes.
Le dan el título de vigilante a cualquiera - digo antes de marcharme - ni se os ocurra moveros de ahí... cuando desperteis, claro.
Tiro la porra y continuo hacia la salida. Nadie se atreve siquiera a mirarme. Todos se apartan a mi paso. Ahora debo andarme con ojo, toda esta gente me ha visto la cara. Seguramente haya grabaciones, no tardarán en asociarme con la agresión del hospital y, sobre todo, no tardarán en ir a buscarme a casa y esta vez no se molestarán en llamar al timbre. Decido que ya vale de entrenamiento, que es hora de pasar a la acción. Tengo que buscar un escondite nuevo y sobre todo, tengo que arreglar dos cuentas pendientes.