Rondan el cementerio

martes, 16 de agosto de 2011

SIN CONTROL capítulo 9

Me alejo lo máximo que puedo del lugar y me dirijo a una de las zonas más conflictivas de mi ciudad. Lo primero es sacar dinero. Voy a necesitar bastante para todo lo que tengo pensado hacer. No será problema gracias a lo que me ha dejado mi madre en herencia más lo del seguro. Otra cosa es que el banco quiera dármelo. Busco la oficina perfecta para lo que estoy pensando. Observo a unos chicos sentados en un portal esperando a algún amigo suyo que está dentro buscando una víctima a la que dar el palo. Como pensaba, la oficina perfecta. Cuando me atienden, la chica me dice que no puede darme treintamil euros, que para tanto efectivo tengo que darles un día de margen. Me pongo a gritar que no me quieren dar mi dinero, la gente del banco me mira asombrada, sobre todo un joven que disimulaba ojeando folletos de planes de pensiones. Que ridículo... Cuando me oye decir la cifra de treintamil euros sus ojos comienzan a brillar de excitación. Sale el director y viene un segurata, entonces es cuando pronuncio las palabras mágicas "quiero cancelar la cuenta" y al comprobar mi saldo el director se da cuenta de que como mínimo, deberían bajarme los pantalones y besarme el culo. Entonces comienza a hacerme la pelota, me invita a su despacho y consigo lo que yo quería, mi dinero. Salgo por la puerta con el sobre en la mano, me aseguro de que quien me está esperando lo vea bien y me lo guardo en un bolsillo. Abandono el banco. Detrás mía sale el joven que miraba los folletos y les hace un gesto a los que esperaban sentados. Cuando me doy cuenta estoy paseando por la calle con treintamil euros en el bolsillo y un grupo de cuatro "guardaespaldas" que me siguen a una distancia mas o menos prudencial. Conozco esta zona y me meto por un callejón que no tiene salida, va a dar a un solar rodeado de edificios  en construcción que utilizan para guardar escombros, el lugar perfecto si te quieren dar el palo. No tardo en escuchar una voz a mi espalda...
Amigo, ¿te has perdido? - dice uno de los cuatro idiotas que me han seguido - ¿te podemos ayudar en algo?
Muchas gracias - le contesto sin darme la vuelta - pero no, no me he perdido, he llegado justo al sitio donde quería ir
Joder, pues no sé que se te ha perdido aqui - me responde mientras sus amigos se miran entre risas - pero me parece que nos vas a alegrar el dia con ese sobrecito que te han dado en el banco
¿Me lo vas a quitar tú? - le digo dándome la vuelta para ver las caras de satisfacción de los cuatro idiotas que me van a servir para comprobar mi nivel de entrenamiento. Cuando van en grupito son muy valientes. Se creen muy duros y en realidad son unos picha floja que no harían nada sin su mama. Dejo que se acerquen, no les tengo miedo.
Mira amigo, sinceramente... - me dice uno de ellos - si no quieres que te reventemos la puta cara a ostia limpia, vete soltando la pasta que te han dado en el banco
No pienso darte ni el puto boli que me regalo el director, tendrás que quitármelo todo - le respondo mientras saco el boli del bolsillo y lo muestro orgulloso - hasta un boli me dieron, tu les dejas que ganen pasta con tu dinero para que después cuando vayas a sacarlo no te lo quieran dar... y con un boli lo arreglan todo... que asco dan los bancos
Me lanza una patada a los huevos y se la bloqueo. Esa zona es sagrada, se lo hago saber con la mirada. Uno de ellos me lanza un puñetazo a la cara. Dejo que me impacte pero reduzco el daño girándome al mismo tiempo. Recibo un golpe en la cabeza con algún objeto contundente. La placa de metal es buena, casi no noto nada. Me dejo caer al suelo después de recibir una fuerte patada en el estómago. Momentos antes tensé mis abdominales, por lo que el pie que me golpeó debió acusar el golpe más que yo. Una vez en el suelo comienzan a pisotearme y darme patadas. Uno de ellos busca en mis bolsillos, podría romperle la mano pero le dejo que haga su trabajo. Coge el sobre y lo muestra orgulloso a sus compañeros.
Vamonos, este gilipollas acaba de darnos una semana de vacaciones pagadas - dice moviendo el sobre en el aire - y el primer viaje nos lo vamos a meter por la nariz
Los cuatro se alejan corriendo y yo permanezco tirado en el suelo, con una sonrisa de satisfacción de oreja a oreja. No me he enterado de nada, no me ha dolido ninguno de sus golpes, y lo mejor de todo, tengo un cabreo encima de cojones, la adrenalina brota por mis venas, pero mas cabreados van a estar ellos cuando comprueben que el sobre está lleno de folletos publicitarios. Antes de salir del despacho del director le pedí otro sobre donde guardar folletos de planes de pensiones, un señuelo, le dije, por si había alguién en el banco que al escucharme intentara robarme al salir. El dinero de verdad lo tenía guardado en un sitio donde seguro no mirarían, dentro del calzoncillo, a buen recaudo. Me pongo en pie y no tardo en escucharles de nuevo. Vienen andando por el callejon, cabreados, buscando una respuesta a la pregunta de donde está el dinero.
Oye, cabrón, que coño es esto - me dice enseñando el sobre abierto con los folletos
Los cogí para ti por si no te dió tiempo a leerlos en el banco - le digo riendo - ¿o vienes a por el boli?
Mira tio, te voy a decir donde te puedes meter el boli - me dice caminando hacia mi
Callate ya - le digo - hablas demasiado.
Le agarro la mano donde tiene el sobre y se la retuerzo partiendo los huesos de todos sus dedos como si fueran de plastilina. Agarrándole por el codo se lo empiezo a girar hasta que cruje y le queda el antebrazo colgándo. Comienza a gritar de dolor pero le golpeo en la nuez dejándole sin aliento y sin voz. Agarro el sobre, lo enrollo y se lo hundo en la boca con un golpe seco. De una patada lo mando al suelo. Uno de sus colegas se lanza hacia mi intentando golpearme. Le agarro el brazo se lo parto de un rodillazo viendo como salen los huesos al exterior celebrando un festival de sangre. Con el brazo extendido le golpeo en toda la cara partiéndole la nariz y algunos dientes. Se escapa corriendo del lugar y le persigo, pero otro me salta encima. Le agarro por las orejas y se las arranco, lo que hace que me suelte con cara de no creerse lo que está pasando. Me acerco las orejas a la boca y comienzo a hablarle.
Hola, hola - les digo mientras observo como se toca la cabeza buscando sus orejas - ¿has perdido algo?
Escucho como el que queda en pie saca una navaja. Le permito acercarse y cuando me la va a clavar le doy un golpe seco en la barriga dejándole sin respiración. Le golpeo tan fuerte que soy capaz de meter mis dedos bajo su esternon y levantarlo en el aire entre gritos de dolor.
¿Tienes hambre? comete esto - le digo mentiéndole las orejas de su amigo en la boca y dejándolo caer al suelo.
Se incorpora entre arcadas después de escupir las orejas al suelo y vuelve a lanzarme navajazo tras otro que yo voy esquivando hasta que me canso. Cojo un ladrillo de un montón de escombro que habia en el suelo y al siguiente intento de clavarme el arma le parto el ladrillo en la mano haciendo caer el arma. Recojo la navaja del suelo. Es una mariposa, me encanta. Comienzo a jugar con ella mientras se queja de la mano y cuando me ataca de nuevo comienzo a golpearle con su empuñadura haciéndole retroceder a cada golpe. Se atreve a coger un tablero de madera del suelo, pero antes de que lo levante le clavo la navaja en la mano atravesando la tabla con ella.
Asi lo sujetarás mejor - le digo
El "orejudo" me salta encima y mientras su compañero intenta arrancarse la navaja yo lo volteo en el aire y lo arrojo contra el. Está realmente cabreado después de haberle dejado sin orejas, por que se levanta y viene corriendo hacia mi. Saco el boligrafo del bolsillo y corro hacia él, esquivo su primer puñetazo y de un golpe seco le clavo el boli en la nariz a traves del orificio nasal. Comienzo a correr como si el boli fuera un joystick dirigiendo sus pasos y pulsando una y otra vez el boton para meter y sacar la punta, cosa que le molesta muchisimo, para acabar estampando su cabeza contra un muro. Se queda sin sentido. Recojo sus orejas del suelo y le pongo una en cada mano.
El de la navaja sigue peleando por liberarse. Cojo el tablero al que está literalmente clavado y los levanto a los dos en el aire lanzándolos contra el suelo. El tablero se parte por la mitad con el golpe y a él se le rompen varios huesos con el impacto, además de sufrir un importante desgarro en la mano. Con el trozo de tablero que me queda en las manos comienzo a golpearle en la cabeza hasta que deja de moverse. Le agarro por el pelo y compruebo que también ha perdido el sentido con el dolor.
Me acerco al cabecilla que se sujeta el brazo roto mientras intenta recuperar el habla trás el golpe en la nuez, babeando el sobre que tiene en la boca.
Si os vuelvo a ver en mi ciudad, lo primero que voy a hacer es colgar vuestras pollas en el campanario de la iglesia, para que cada vez que suene os acordeis de por que vais a tener que mear con sonda el resto de vuestras inmerecidas vidas - le digo apretándole las mejillas con las manos y abriéndole los ojos con los pulgares - teneis 24 horas para marcharos... no me hagais tener que sacar la basura, a nadie le gusta
Abandono el lugar con una tremenda exitación encima. La adrenalina recorre todo mi cuerpo como si fuera un circuito de fórmula uno. Me miro los brazos, tengo las venas hinchadísimas y los músculos en tensión. Noto que sería capaz de enfrentarme a un ejercito de estos tios yo solito, pero tengo cosas mejores que hacer.
 Me dirijo al 24 horas, tengo que saludar al señor Peleteiro y darle las gracias por todo y preguntarle por los tres mil euros que debía haber dentro de la caja que me dejó la noche del robo.
En cuanto llego cojo la verja y la bajo bruscamente, haciéndola chocar contra el suelo, cosa que el señor Peleteiro detestaba. Un argentino viene a detenerme increpándome por lo que acabo de hacer. Le doy un sobre con una cantidad de dinero mientras veo salir al señor Peleteiro de su despacho, echando humo con intención de abroncar a su empleado por lo de la verja
Iván... ¿qué haces por aqui? que... que alegría verte - dice el señor Peleteiro.
El argentino me mira asombrado al escuchar mi nombre. Ahora ya sabe quien soy y se imagina lo que he venido a hacer. Mira el sobre del dinero y al ver que hay más de lo que ganaría en seis meses, abre la verja, le dedica una sonrisa al señor Peleteiro, y la baja de nuevo haciendo aún más ruido con el golpe que yo. Por el comportamiento de su empleado, está claro que el señor Peleteiro sigue siendo una "buena persona".
Pero.... no entiendo - dice el señor Peleterio sacando un movil de su bolsillo - ¿qué es lo que quieres?
Le arranco el movil de la mano para evitar que llame a la policia.
Coño... un iphone - le digo - esta claro... gilipollas, todos los que lo tienen son gilipollas
Golpeo el teléfono contra el suelo y se parte en mil pedazos.
Eso con un nokia no pasaria - le digo sonriente - pero pase, siéntese en su despacho, si sólo he venido a buscar una respuesta.
El señor Peleteiro me hace caso y se sienta. Abro el cajón de su mesilla y saco una pistola.
Esta me la quedo yo, no vaya a ser que tenga usted una mala idea - le digo
Si, si, como no - dice el sonriente pero con cara de jodido
¿Quiere tomar algo? Una cervecita tal vez - le pregunto
No, no.. ahora mismo creo que no es momento para eso - me dice nervioso
Pues yo si, me voy a tomar una cervecita... ¿no le importa verdad? es que hace un rato he estado "jugando" con unas amigos que me encontré en el banco y estoy algo acalorado - le digo mientras me hace un gesto de asentimiento con la cabeza.
Me cojo una coronita y me la tomo en dos tragos. Coloco el envase vacio sobre la mesa y me quedo observando al señor Peleteiro mientras el sudor sale a borbotones por su frente.
Y bien - le digo - ¿que pasó con los tres mil euros que supuestamente me dejo en la caja de metal que yo entregue esa noche a los ladrones?
¿tres mil euros?¿caja de metal? no sé de que me habla - me dice el muy hijo de puta.
Cojo la botella vacía de cerveza y se la estampo en la cabeza. Un hilo de sangre comienza a caer por su frente. Veo una botella de Jhonny Walker a la que le queda la mitad. La abro y me bebo su contenido mientras escucho sollozar al señor Peleteiro. Coloco la botella vacía justo donde había dejado la otra. El señor Peleteiro me mira asustado.
Sería una pena tirar por los suelos media botella de Jhonny... ¿no cree? - le digo - ahora ya no hay problema
¡No había tres mil euros! - me grita entre lágrimas - ¡nunca existieron!¡no pensé que los ladrones fueran a venir a robar a esta tienda!
Claro, normal...  - le digo - una tienda sin cámaras de vigilancia, sin alarma, sin vigilante... quien cojones va a querer robar en un sitio asi
Si llego a saberlo, no le habría mentido - me dice limpiándose la frente con un pañuelo
Pero a la aseguradora les dijo que había tres mil euros en esa caja y usted cobró ese dinero ¿lo tiene aqui? - le pregunto
¿Es por dinero? - me pregunta asombrado - claro, claro... como no, tengo los tres mil aqui y más también.
Veo al señor Peleteiro apartar unos libros de una estantería. Detrás hay una caja fuerte que abre rápidamente. Esta llena de billetes.
Cójalo todo, debe haber quince mil euros - me dice - pero váyase, no me haga nada
Es usted muy generoso - le digo - está claro que piensa cobrar otra vez de la aseguradora, pero no he venido aqui a robarle, por lo que no va a cobrar ni un duro
El señor Peleteiro me mira con cara dubitativa mientras me ve sacar unos montones de billetes de cincuenta euros para apilarlos después en su mesa. Voy un momento a la tienda y aparezco con un frasco de salsa de tomate. Abro el frasco y comienzo a vaciarlo sobre el dinero.
¿Pero que coño hace? ¿esta loco? - me dice
Te los vas a comer, te vas a comer el puto dinero. Vas a ser una hucha viviente o un colador, lo que tu prefieras - le digo apuntándole con la pistola
Pero no puede obligarme a hacer esto - me dice incorporándose de golpe. Le disparo sobre el hombre y el sonido le hace sentarse bruscamente. Mira hacia atras y ve el agujero de la bala en la pared.
No me toques los huevos o la próxima vez no fallaré - le digo - venga, comételo todo... es eso lo que le dices a tus novias en la intimidad ¿no? pues aqui lo mismo
Entre lágrimas, el señor Peleteiro comienza comer billetes de cincuenta empapados en salsa. Le cuesta tragarlos pero el miedo a recibir un disparo le facilita las cosas.
Joder, esto es más poderoso que el dinero - digo mirando el arma - pero no lo voy a necesitar, por lo menos contigo, no tengo pensado matarte.
Por favor - dice entre lágrimas - no puedo más
Si no te has comido ni quinientos euros - le digo amazante - te lo vas a comer todito
No puedo más... de verdad... no puedo más - me dice - y sé que no vas a dispararme, lo sé...
Me quedo mirando al señor Peleteiro que se aparte de la mesa como desafiándome a ver lo que hago. Se que la forma de joderle es destruyendo aquello que ama y no hay nada que le importe más que el dinero. Al ver que no hago nada, esboza una pequeña sonrisa, pero enseguida se la borro cogiendo la botella vacía de Jhonny y estampándosela en la cabeza. Cae al suelo sin sentido... eso me da una idea, si no quieres comer, hay otras maneras.
Al cabo de una hora el señor Peleteiro abre los ojos. Esta tumbado sobre la mesa con las manos atadas a las patas de la misma y el culo levantado. Me busca con la mirada pero sólo vé un tarro de tulipán abierto.
Buenos dias princesa - le digo mientras me quito un guante lleno de tulipan y mierda - ¿a que no te imaginas donde he guardado tu dinero? me ha costado lo suyo meterlo todo por que me daba un poco de asco, pero por lo menos ya no tendrás que usar una caja fuerte ya que lo llevarás siempre encima. Anda, que despistado, si se me había quedado fuera un cartucho de monedas de dos euros..  pues para adentro también...
El señor Peleteiro comienza a chillar de rabia y dolor al sentir el paquete entrando en su culo hucha pero sobre todo al ver la caja fuerte vacía ante sus ojos e imaginando donde ha ido a parar el dinero.
Bueno, me marcho que tengo muchos asuntos pendientes. Acabo de llamar a los del diario local - le digo sonriente - asi sacan fotos para adornar la noticia. Será divertido ver el titular, empresario local aparece maniatado con miles de euros metidos en el culo... espero que ellos mismo se encarguen de liberarte, por que ahora no notas nada pero en cuanto te muevas... te va a doler un poco... que gusto te va a dar cagar dinero, a ver como lo limpias después. Por cierto, volveré a por ti algún dia y volveré a hacerte lo mismo que te he hecho hoy... yo pensaría seriamente el marcharme a otro lugar... aunque te encontraré.
Me marcho llevándome como recuerdo los ojos abiertos como platos del señor Peleteiro reflejando el miedo que siente y sentirá de por vida. Tengo que buscar un lugar donde poder seguir elaborando mi plan, pero antes necesito ir a mi casa a buscar algo de ropa. Espero que no me estén esperando. Me doy un paseo por lo alrededores buscando algún coche de la policia. Supongo que aunque tienen la grabación de lo que hice con la vieja, todavía no me han reconocido. Debo darme prisa. Entro en mi portal y cuando voy a coger el ascensor la luz de ocupado esta encendida. Me temo lo peor. Que el hijo de puta del tercero y su manía de dejar la puerta abierta para joder a los demás me esté ocurriendo a mi en el momento menos oportuno. Comienzo a subir las escaleras cabreado y efectivamente me encuentro la puerta bloqueada en el tercero. Me dirijo a la puerta de mi vecino, llamo al timbre y cuando noto que alguien me mira por la mirilla la pego una patada a la puerta y la echo abajo. Escucho gritar a su mujer y veo a su hijo venir corriendo en calzonzillos.
¿Qué pasa aqui? - pregunta asustado - mamá, llama a la policia
Le agarro por los huevos y se los aprieto como si tuviera dos nueces en la mano que quisiera romper, pero me encuentro con dos avellanas. Comienza a gemir de dolor y le digo a su madre que se este quietecita si no quiere quedarse sin nietos. De un cabezazo dejo sin sentido al caraculo de su hijo. Levanto del suelo al idiota de mi vecino y lo estampo contra la pared. Me mira con miedo y con las gafas descolocadas. Me acerco para que pueda sentir mi aliento enfurecido sobre su cara.
Si vuelvo a encontrarme la puta puerta del ascensor abierta, te juro que la arranco, entro en tu casa y te la hago comer - le digo - tu verás lo que haces
Es por esas putas - me dice nervioso y señalando con el dedo - las del piso de enfrente... dejo la puerta abierta para joder a sus clientes, asi tienen que subir andando
Mírate bien viejo loco - le grito - esos clientes a los que quieres joder... tú eres uno de ellos. Sólo hay que mirar a la gorda de tu mujer y al subnormal de tu hijo de los que te sientes tan poco orgulloso. ¿Te crees que nunca te he visto salir de su piso?. Pues alguna de las veces que he tenido que subir andando por tu culpa te he visto salir de puntillas de alli...
Manolo... ¿que dice este hombre? - pregunta la mujer echándose las manos a la cabeza
No le hagas caso cariño - dice con voz temblorosa - está loco
Señora, ahora se explica usted por que su marido llegaba tarde de echar la partida en el bar - le digo antes de ver como se marcha corriendo a buscar algo
Me parece que está un poco cabreada - le digo a mi vecino - normal, toda su vida aguantando a un vividor como tú para darse cuenta que es una cornuda, y además con las vecinas de enfrente
Te la voy a cortar, hijo de puta, te la voy a cortar - grita su mujer histérica con un cuchillo en la mano
Creo que viene dispuesta a arreglarlo - le digo a mi vecino - se acabaron las putas para ti
Dejo a mi acojonado vecino en el suelo y subo corriendo a mi piso. En una mochila meto algo de ropa limpia y abandono el lugar a toda prisa antes de que llegue la policia. A las afueras hay un Motel. Llamo a Miguel y le pregunto si puede venir a buscarme. No me falla. Acude a mi llamada y viene a por mi en su coche.
¿Que ha pasado? - me pregunta
Lo sabrás, Miguel, lo sabrás - le respondo sin entrar en detalles de los sucedido y le doy las indicaciones del Motel al que me tiene que llevar.
¿No piensas contarme nada? - me dice - tienes marcas de golpes en la cara y mirate las manos...
Si te preguntan por mi, no me has visto, no sabes nada de mi desde hace dias - le digo a Miguel - y no te preocupes por mi, se cuidarme sólo, hoy lo he comprobado
Esta bien, haré lo que me pides - me dice - pero si necesitas algo más que un amigo que te haga de taxista, puedes llamarme sin dudarlo.
Continuamos el viaje sin hablarnos. No me apetece contarle a Miguel lo que me ha ocurrido hoy, contra menos sepa mejor. De vez en cuando me mira con cara de rabia. Sé que le jode lo que estoy haciendo. Sé que no quiere que me pase nada. Es un buen amigo. La situación es algo incomoda pero llega a su fin en cuanto aparcamos delante del Motel.
Gracias Miguel - le contesto - necesitaba de alguien en quien pudiera confiar que me trajera hasta aqui. Será mejor que no te vean conmigo.
Me bajo del coche y me despido de Miguel. Entro en el Motel y me encuentro a un gordo recepcionista ojeando una revista porno.
Quiero una habitación - le digo - para unos cuantos días
Tiene que dejarme un carnet - me dice
Me olvidé el carnet en casa, quizás esto sirva para que usted me de la habitación sin problemas - le muestro un billete de cien euros que coge y se guarda en el bolsillo rápidamente
Está bien, aqui tiene la llave, pero va a tener que pagarme por adelantado el día - me dice
Cóbreme una semana - le digo - aunque espero que mi estancia dure menos
Me dirijo a mi habitación. Hay una gran cama, un televisor y un cuarto de baño con jacuzzi. Me tumbo en la cama y cojo el teléfono para llamar a recepción.
¿Tienen chicas de compañia? - le pregunto al recepcionista - pues mándeme las dos más atractivas que tenga
Cuelgo el teléfono y comienzo a montar en mi cabeza la siguiente parte del plan. Dos chicas semidesnudas entran en la habitación. La verdad es que son muy atractivas y sería muy difícil decir que no a sus encantos, pero yo ya no siento atracción más que por una mujer y pensar en ella y en cual es su situación actual me enfurece todavía más.
Tengo que proponeros algo - les digo sonriente - os pagaré bien, muy bien.
Las chicas se acercan, se sientan a mi lado y entre besos en el cuello y caricias me piden que les explique que es lo que tienen que hacer. Se lo explico y después de negociar el precio, aceptan sin problemas. Todo esta listo, es hora de visitar a un viejo amigo y darle las gracias por todas las putaditas que me ha hecho en estos años.

1 comentario:

  1. bueno!!! fuiste de menos a mas, se noto tu inactividad, lo mismo me paso a mi, al no estar en el ajo se pierde un poquillo, pero por el final lo recuperaste, recuperaste tu toque, otra cosa, tienes un fallo, cuando pilla al ultimo de los ladrones que le dice que no vuelva por su ciudad en vez de MANO pusiste MANDO... claro, tanta consola que tienes que solo piensas en lo mismo...XD venga saludos MIke

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