Rondan el cementerio

domingo, 3 de abril de 2011

Hijos de la luz cap. 7

" la prueba final "

Los ojos de Miguel brillaban llenos de odio aunque en el fondo de su corazón lo que realmente sentía era miedo, un miedo inmenso a que a Estrella le pudiera pasar algo. A gran velocidad, su cuerpo impactó contra el de Leeman abrazándolo con fuerza, saliendo los dos disparados, alejándolo de la persona que tanto amaba. Al chocar contra los arboles, estos no resistían el golpe y se partían, hasta que una enorme pared de roca los detuvo bruscamente escavando una cueva con el impacto. Aún así, estando los dos literalmente clavados en la roca, Leeman comenzó a reirse. Las espadas se le habían caido pero le daba igual.
¿Estás más fuerte que la última vez que luchamos o son imaginaciones mías? - dijo riendo a la vez que miraba hacia el exterior - me parece que alguien va a tener problemas en breves momentos
La luna comenzaba a tapar a el Sol, como la última vez, y Leeman aprovecharía ese momento de debilidad para intentar acabar con ellos. Miguel comenzó a golpearlo con fuerza. A cada golpe su cabeza se hundía más y mas en la roca mientras su cara se deformaba.
¡Deja ya de reirte! - le gritaba Miguel viendo como sus golpes desesperados no parecían afectarle
Ya está bién - dijo Leeman sujetando a Miguel con sus 4 brazos - me toca jugar a mi un poco
Leeman comenzó a ascender a toda velocidad penetrando en la roca hasta salir al exterior, cada vez más alto como si quisiera volar hasta el Sol.
Dime, ¿te sientes más poderoso si me acerco a él? - le preguntó a Miguel mientras este intentaba liberarse del abrazo de su enemigo - ¡Vamos! ¿qué te pasa?¿esa es toda la fuerza que tienes?
Leeman se detuvo a gran distancia y comenzó a caer en picado.
Vamos a jugar a un juego, a ver quien hace el agujero más grande al chocar contra el suelo - y cuando estaban a punto de llegar lanzó a Miguel con violencia emitiendo a la vez una sonora carcajada - casi que no me apetece jugar a esto, tu ganas... ¡ haz un enorme agujero del que no puedas salir! ¡será tu tumba!
El ruido del impacto fué ensordecedor. La espesa capa de polvo y tierra que se formó no dejaba ver nada hasta que un extraño brillo comenzó a iluminarlo todo. Miguel flotaba en medio de un gran boquete en el suelo, cubierto por una esfera de luz azul. Leeman se giró rápidamente hacia donde estaba Estrella. Alli estaba ella, con sus ojos emitiendo un fuerte brillo azul y su mano alzada apuntando a Miguel.
¿La princesita quiere jugar? - Leeman alzo sus brazos y sus 4 espadas de la oscuridad volvieron volando a sus manos - a ver que haces contra esto jovenzuela entrometida
Con una violenta sacudida, las cuatro espadas lanzaron unos halos de sombra que lo iban cortando todo a su paso. Rocas, árboles, nada los detenía... se dirigían todos hacia un mismo punto donde se cruzarían y en ese punto se encontraba indefensa Estrella. Miguel apareció y se colocó delante de ella, con los ojos emitiendo un brillo rojo cegador y, alzando su mano con la marca en forma de Sol apuntando hacia el frente, detuvo los halos de sombra con una explosión de luz.
Miguel se quedó observando su mano humeante. Poco a poco a su cabeza le venían recuerdos de luchas pasadas, de poderes olvidados. Hasta ahora sólo había recordado lo que sentía por Estrella y como la había perdido las otras veces, pero empezaba a creer que le faltaba mucho por aprender todavía. Que no conocía sus límites.
Muy bien - gritó Leeman- estás haciendo justo lo que quiero
No te entiendo - le dijo Miguel
Hijos de la luz... ninguno es inteligente - dijo mientras se divertía haciendo malabarismos con sus espadas - tu poder ¿sabes que no es infinito?. Durante el dia cargas y el Sol te proporciona energía ilimitada ,pero en breve, no habrá Sol y tú estás gastando tus reservas, dime ¿como me detendrás sin energía? El eclipse durará unos minutos, tiempo más que suficiente para eliminaros a los dos
Miguel miró al cielo y pensó en que las palabras de Leeman eran ciertas. Una vez que el Sol fuera ocultado por la luna, sus ataques irían consumiendo su poder hasta agotarlo y Estrella no tendría poder suficiente para luchar, es más, ella no estaba preparada para luchar. No fue creada con ese fin, el deber de luchar y defender a Estrella era suyo. Debía actuar rápido. Leeman se acercaba dando espadazos al aire como simulando que luchaba con alguien, como una especie de burla hacia Miguel, pero en realidad lo que hacía era perder el tiempo para que la luna cubriera totalmente al Sol
Bueno - dijo Miguel - entonces tendré que acabar contigo rápidamente
Que asi sea - le respondió Leeman mostrándose ansioso por luchar.
Miguel extendió la palma de su mano y se quedó observando su marca. Leeman lo miraba nervioso.
Toda tu vida con esa marca en la mano ¿no estás aburrido de mirarla? - dijo Leeman - en otra vida tendrás una marca nueva por que esta se va a terminar en breves momentos...
Miguel se concentró, sabía que le quedaba mucho por aprender, mucho por recordar. Su mano comenzó a calentarse y la marca a brillar. Algo estaba pasando,  podía hacer algo pero no recordaba el qué. Una visión borrosa de un pasado lejano le trajo a la memoría algo alargado y brillante. Un arma, tenía que ser eso, una especie de espada de luz.... roja, brillante, poderosa. A medida que lo recordaba su palma emetía un brillo aún mas fuerte.
Ya me estoy impacientando - Leeman comenzó a correr hacía Miguel, dió un salto y se lanzó sobre él con sus cuatro espadas levantadas.
Una esfera de luz se formó sobre la marca de la mano de Miguel. Al cerrar su mano sobre ella, un fuerte brillo comenzó a escaparse entre sus dedos. Cuando Leeman lanzó el golpe contra Miguel, sus cuatro espadas chocaron con algo tan luminoso como el Sol. Cuando el brillo dejo de ser cegador, Leeman pudo ver a Miguel, con el brazo levantado y una espada de luz roja con la que habia detenido el golpe de sus armas sombrías.
Leeman comenzó a lanzar golpes desesperados, pero con una velocidad sobrehumana, Miguel los detuvo todos con su arma, haciendo retroceder a Leeman con cada bloqueo.
Sabes que esa maldita espada no durará siempre - le dijo Leeman
Tú tampoco - le respondió Miguel y dando un giro en el aire provocó un profundo corte en uno de los brazos de su rival, que se apartó velozmente esquivando un nuevo espadazo que le habría dejado sin cabeza
¿duele? - dijo Miguel - eso no es nada, espera a que la luz te domine y te consuma...
La herida de Leeman comenzó a brillar, la luz había penetrado por su herida intentando eliminar al siervo de la oscuridad. Leeman comenzó a reirse.
¿Piensas que la luz puede apoderarse de mi cuerpo como hizo la oscuridad contigo la vez que cogiste mi espada? la luz no tiene poder para hacer el mal - al terminar de decir esas palabras, la herida dejo de brillar - ese poder sólo lo tiene la oscuridad
Miguel comenzó a caminar hacia Leeman deteniendo todos sus ataques. La velocidad de la luz se reflejaba en todos sus movimentos. En ese momento nadie podría parar a Miguel, necesitaba detener el ataque de la oscuridad antes de que el eclipse se completara y sus poderes comenzaran a debilitarse.
Ya está bien, me aburre esta situación, estoy cansado de esperar. Creo que la eliminaré primero a ella y cuando ese maldito Sol deje de emitir su luz con el eclipse, acabaré contigo - dijo Leeman
No lo permitiré, sabes que no te dejaré pasar, no podrás llegar hasta ella - dijo Miguel
¿Qué no me dejarás pasar? Permíteme que lo ponga en duda... a ver que puedes hacer contra esto - dijo Leeman colocándose sobre la sombra de un árbol. En décimas de segundo la sombra se tragó a Leeman, como si se lo hubiese tragado la tierra. Miguel se volvió hacia donde estaba Estrella. Cientos de sombras se agrupaban a su alrededor.
Mierda... no contaba con eso - dijo Miguel comenzando a correr hacia Estrella - ¡alejate de las sombras!
Miguel comenzó a lanzar bolas de luz hacia las sombras que se cruzaban en la huida de Estrella, cuando insesperadamente, todo se cubrió de sombras. Miguel miró al cielo, el eclipse se había completado.
Mierda, intenta formar una esfera de luz a tu alrededor, no permitas que... - Leeman salió de las sombras como por arte de magia golpeando a Miguel violentamente.
Atacame ahora, consume tu poder conmigo, la mataré, es algo que no podrás evitar - dijo Leeman riendo
Estrella formó un circulo de luz azul a su alrededor y se arodilló en el mirando a la luna, pidiéndole por favor que dejará libre al Sol lo antes posible, que Miguel necesitaba el poder que le daba su luz.
Tengo poder suficiente para derrotarte - respondió Miguel furioso
Los ataques de Leeman se habían vuelto más fuertes y Miguel notaba que cada vez le costaba más bloquearlos.
Es una paradoja del destino- dijo Leeman riendo - hijo del Sol e hija de la luna.. por su culpa vais a morir, ellos os dieron los poderes y ellos os los quitan, me encantan los eclipses
Miguel lanzó un ataque usando casi todas sus fuerzas para que al bloquearlo Leeman diera un paso atrás, bajando su guardia, y de un salto cayó sobre él, colocando la  brillante palma de su mano sobre la cabeza del poderoso sombrío.
Es la hora de decir adios - dijo Miguel dispuesto a darlo todo en un último ataque
Un potente chorro de luz comenzo a salir de la marca que tenía Miguel en su mano. Por un momento se pudo ver un gesto de miedo en la cara de Leeman, antes de desintegrarse consumido por aquel poderoso chorro de luz. Las sombras que se deslizaban por el suelo parecían sentir miedo ante aquel poder intentando escapar pero las que eran alcanzadas acababan disolviéndose. Miguel había vencido, su enemigo había sido destruido con el poder de la luz. Sus ojos dejaron de brillar igual que la palma de su mano. Miguel miró al cielo para ver como el Sol comenzaba a asomarse timidamente trás la luna. En breve el eclipse habría terminado. Miguel extendió su mano hacia a él, esperando a recibir de nuevo su poder, cuando notó algo frío y doloroso sacudiendo su brazo. Este cayo al suelo amputado y la marca emitió un último brillo. Detrás de Miguel, Leeman, con media cara quemada, sujetaba la espada con la que le había cortado el brazo.
Se acabó - dijo Leeman - sin marca no hay poder
Miguel comenzó a sentir un inmenso dolor. Al mirar su herida vio como unos pequeños tentáculos negros se clavaban en ella, invadiendo su cuerpo. Tenía que llegar hasta Estrella para que le liberará de la oscuridad que intentaba avanzar por su cuerpo hasta su corazón para destruirle. Estrella comenzó a correr hacia Miguel para ayudarle.
Eso es - dijo Leeman - ven a mi, os mataré a los dos a la vez, mis espadas se encargarán de apagar vuestras vidas
Miguel observó a Estrella corriendo con lágrimas en los ojos, después vio el mal en los ojos de Leeman y como mostraba impaciencia por el reencuentro para lanzar el ataque definitivo. En ese momento supo lo que tenía que hacer. Dió un salto hacia atras llevándose lejos a Leeman que esperaba con los brazos abiertos y sus espadas en alto. Un árbol los detuvo a varios metros de allí. Miguel intentaba retener a Leeman apretándole fuertemente contra el árbol. Leeman no lo dudó y clavó sus 4 espadas atravesando lateralmente a Miguel mientras le susurraba al odio.
Intentaré que su muerte sea más dolorosa que la tuya
Miguel comenzó a escupir sangre. Estrella se detuvo con los ojos llenos de lágrimas, dejándose caer de rodillas, gritando el nombre de su amado.
Miguel levantó su mano buscando al Sol mientras escuchaba a su enemigo reirse ante la victoria que acababa de lograr pero no pasaba nada. La oscuridad casi había dominado su cuerpo,  podía verla a través de su piel. Después Miguel observó a lo lejos como su brazo amputado con la mano de la marca que le daba poder permanecía en el suelo.
¿lo echas de menos? - dijo Leeman - pronto te olvidarás de todo... deja que la oscuridad apague tu vida y todo habrá terminado.
Miguel observó su otra mano cuando de pronto comenzó a echar humo. El dolor era inmenso, su carne se quemaba, al piel ardía y mostraba algo que antes no estaba... una nueva marca, algo diferente, parecía un Sol con una luna en su interior. Miguel sintió el poder dentro de su cuerpo. La oscuridad que recorría su cuerpo parecía ahora querer escapar hacia el exterior, siendo destruida en su intento. Leeman no podía dar crédito a lo que estaba viendo.
No puede ser - gritó Leeman sintiendo como una extraña fuerza intentaba expulsar las espadas del cuerpo de Miguel- ¿otra marca?¡eso es imposible!¡ningún hijo de la luz tuvo nunca dos marcas!¿Por qué?
De la palma de la mano de Miguel salió una esfera luminosa y al cerrar su puño se formo una espada blanca, brillante, con un aspecto aún mas poderoso que la anterior.
Miguel miró a Estrella y le pidió perdón
¿Por qué me pides perdón? - le preguntó Estrella
Es necesario que acabe con esto aquí y ahora, debes vivir, no dejaré que te ocurra nada. Por favor, intenta vivir una vida que te llene de felicidad y llévame contigo siempre en tu corazón. Piensa que como yo nadie te amará, pero debes encontrar a una persona buena que te quiera y que te cuide, que te haga reir y pasar momentos felices... nos volveremos a ver, mi amor, te lo prometo...
No... no lo hagas... no me abandones - Estrella comenzó a correr hacia Miguel
¿Que pretendes? - dijo Leeman - sabes que esto no acabará aunque me mates, volveremos a vernos algún día, lo sabes....
Si, pero ese día está lejos aún - dijo Miguel levantando su espada - y yo estaré esperándote
Con un movimiento rápido Miguel clavo su espada en su propio pecho, atravesándose a si mismo y a Leeman, quedando los dos clavados contra el árbol. Leeman se retorcía de dolor. Miguel le dedicaba una última sonrisa a Estrella que observaba la escena entre lágrimas sintiéndose impotente ante el trágico desenlace. Una explosión de luz hizo que los dos se desintegraran. Todo se volvio blanco y silencioso. Una voz rompió ese silencio...
"Habeis superado las tres pruebas"
Miguel abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba tumbado en el suelo, intacto, sin un sólo rasguño y a su lado acababa de despertarse Estrella que, sin dudarlo, se abrazó a él fundiendo sus labios  con los de Miguel en un apasionado beso.
Todo parecía perfecto, pero en ese mismo momento, en algún lugar del universo y en una galaxia muy lejana totalmente oscura, del interior de un agujero negro salía una esfera de oscuridad que parecía haber estado esperando ese momento durante siglos. Sin dudarlo ni un instante, la esfera salió volando hacia la tierra, que se encontraba a miles de kilometros de alli. No tardaría mucho en llegar, estaba impaciente por cumplir su misión. Destruir a los hijos de la luz.

2 comentarios:

  1. joder ya no me acordaba de casi nada, tienes tantos frentes abiertos que confundes a todo dios! ademas tanto tiempo sin escribir esto y con tanta fantasia te pierdes y tienes que volver a recordar... hijos de la luz, cacaman, zombivedra, sin control y el de clase que no recuerdo el nombre.... vete terminando alguna ya!!! XD

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  2. Nada tan fácil como volver a leerte los 6 capítulos anteriores para recordarlo todo... xD

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