SIN CONTROL capítulo 4

Dia 3 (tarde)

¿Adónde me vás a llevar a comer? - preguntó ella sonriente
Yo me eché el pelo hacia atrás con la mano, pensativo, sin saber que decir, no me había dado tiempo a preparar nada.
Pués... la verdad, no tengo ni idea, fue todo tan rápido e inesperado - le dije yo - ya se me ocurrirá algo por el camino...
Ella sonrió, me agarró del brazo (lo cual me encantó) y empezamos a caminar. Tenía la sonrisa más bonita que había visto en mi vida y sus ojos ejercían un poder hipnótico sobre mi. Contra más los miraba mas me gustaba y más atraido me sentía por ella.
Tengo una amiga que trabaja en una pizzería aqui cerca - dijo ella - ¿te gusta la comida italiana?
Me encanta - le respondí mientras mi barriga opinaba lo contrario debido al malestar ocasionado por la salsa boloñesa en mal estado que había tomado. Los dos encaminamos nuestros pasos hacía allí.
Y bien... - dijo ella - ¿donde dejamos la conversación la otra noche antes de que nos interrumpieran bruscamente?
Creo que estábamos a punto de besarnos - dije yo acercándome a su cara
¡No vayas tan rápido! - me dijo tapándome la boca con la mano
¡Perdón! no dije nada - le contesté bajando la cabeza avergonzado
Tranquilo, es broma - dijo ella  guiñándome un ojo - ya veremos... según te portes hoy...
Levanté la mirada y me quedé observándola un rato. Era preciosa. Su pelo se movía al caminar dándole un aire de modelo profesional que parecía que la calle era una gran pasarela y ella la única mujer que desfilaba por ella. Su cuerpo estaba lleno de curvas por donde no me importaría perderme, perfecto, alegrándole la vista o todo el que se quedaba mirándola. Su olor.... que bien olía...
¡¿Qúeee?! - exclamó ella sonriendo y con la cara colorada - me miras y siento como si me estuvieras comiendo con los ojos... si tienes tanta hambre ahora llegamos a la pizzería
No.. no es eso - dije yo disimulando - es que todavía no me has dicho tu nombre... intentaba adivinarlo, pensaba que una mujer tan bonita debía de tener un nombre igual de bonito... intentaba adivinar cual podría ser...
Eva - dijo sonriendo y aún mas colorada que antes
Ohhh, big mama... - dije yo sin pensar en lo que decía
¿Como? - preguntó Eva asombrada
Perdón... - volví a decir yo - te llamas como el personaje femenino de mi videojuego favorito... no dije nada... olvídalo, cosas de friki
¿Big mama? - preguntó ella - entonces tu eres... ummm... ¿Big boss...? ¿te llamo John...?¿prefieres que te llame Jack?
¡Ostias! - exclamé sorprendido - mejor llamamé Ivan, que es como me pusieron mis padres
El Snake Eater es el mejor de todos los Metal Gear - dijo Eva sorprendiéndome nuevamente - a mi también me encantó ese juego... ¡caray! pero la Eva del juego es mucho mas atractiva que yo...
No digas eso - dijo yo - un personaje de videojuego nunca puede ser mejor que una mujer real
Pero a ti te gustaría parecerte a Big Boss... ¿a que sí Iván? - preguntó Eva
Big Boss es un heroe, es mi personaje favorito - le contesté
Si, un heroe injustamente tratado por su pais, convertido en enemigo pero era exactamente lo contrario - dijo Eva
Si, debe ser triste ser el heroe y que los demás no lo vean así - dije yo - pero bueno... no me lo puedo creer... ¿eres aficionada a  los videojuegos?
Desde que era así - contestó Eva poniendo la palma de su mano a medio metro del suelo - tengo en casa una colección de Game&watch de Nintendo que te cagas... son un recuerdo de toda mi infancia
Vaya - dije yo - si están bien cuidadas pueden alcanzar un buen precio en Ebay ¿lo sabías?
Pues las tengo completitas, con caja y todo - me respondió - pero tienen mucho valor sentimental para mi, la mayoría fueron regalos y por eso las conservo tan bien. La primera me la regaló mi padre - Eva se quedó en silencio, pensativa
¿Qué ocurre? - le pregunté preocupado
 Mi padre falleció cuando apenas tenía 10 años - respondió
Vaya... lo siento - le dije
Venía de trabajar apurado por que era mi cumpleaños y no quería llegar tarde - dijo Eva - estaba lloviendo y debido a la velocidad y una mancha de aceite el coche se salió de la carretera...
No hace falta que me cuentes más - le dije - no quiero que te pongas triste
Es que mañana es mi cumpleaños - dijo Eva con los ojos brillantes - y siempre me acuerdo de él cuando cumplo años.
No sé por qué pero me dieron ganas de abrazarla y asi lo hice. Ella dejó caer unas lágrimas y se las limpió con la mano rápidamente.
¿Sabes que llevaba encima? - me preguntó - llevaba una maquinita de donkey kong... de las de dos pantallas. La primera que tuve... era su regalo de cumpleaños.
Vaya, comprendo que le tengas cariño - le dije antes de comenzar a andar de nuevo
Y así comenzó mi adicción a los videojuegos, comprando maquinitas y pidiéndo que me las regalaran también - dijo Eva - lo siento... si te hice sentir mal con mi explicación, yo...
No, que va, me gusta escucharte - le contesté
Gracias - dijo dándome un beso en la mejilla - me alegro de estar contigo el dia antes de mi cumpleaños, por lo menos no será tan triste para mi como los anteriores.
Bueno, si hoy lo pasas bien, mañana podemos quedar e incluso puede que te compre un regalo - le dije
Si por favor - me dijo Eva - pero tú no te preocupes si llegas tarde... lo importante es llegar, y, como puedes ver, ya hemos llegado a la pizzería
Entramos en ella y nos pusimos en la primera mesa libre que encontramos. Una chica con un ojo amoratado se acercó a nosotros para tomar nota de lo que ibamos a pedir.
¿Qué tal estás? - le preguntó Eva
Llevo dias sin dormir y el médico me quiso dar la baja - le respondió - pero no puedo arriesgarme a perder el trabajo por la puta crisis...
Iván, te presento a Jazmín - dijo Eva - hace poco atracaron la pizzería y uno de ellos la golpeó tirándola al suelo, por eso tiene el ojo asi.
¿los rumanos? - le pregunté yo
Prefiero no hablar del tema - dijo Jazmín mirando nerviosa a su alrededor - se llevaron mi DNI... bueno, se llevaron el de toda la gente que estaba aqui en el momento del robo. Si alguien habla iran casa a casa, de noche, sin importarles si el que vive en ella fue el que habló o no... saben donde encontrarnos
Entiendo que no puedas dormir - le dije viendo lo nerviosa que se ponía
bueno, ¿te importa que pida yo? - dijo Eva cambiando de tema
Adelante, sorpréndeme - le respondí
Traenos dos mexicanas bien grandes - dijo ella - me encanta el picante ¿y a ti?
Si - le dije sonriendo falsamente. El picante me encantaba pero no era el mejor momento debido a mi problema estomacal.
Para beber agua fresquita, que nos va a hacer falta - dijo Eva. Jazmín se fue hacia la barra a entregar el pedido
En 15 minutos teníamos dos enormes y humeantes pizzas mexicanas encima de la mesa junto a una botella de litro y medio de agua casi congelada. Eva cogió un porción, la mordió y después de saborearla un rato le hizo un gesto de aprobación a Jazmín que se encontraba al otro lado de la barra.
Está picantita como a mi me gusta - dijo Eva - lo bueno de tener una amiga trabajando aqui es que te hace la pizza bien cargadita... ummmm.... está deliciosa, me encanta que me piquen los labios a cada mordisco
Si, esta muy buena y pica mucho - volví a sonreir falsamente pensando en la reacción que se iba a producir en mi barriga.
En la discoteca me dijiste que trabajabas en el 24 horas - dijo Eva - fui a preguntar por ti esta mañana antes de empezar a trabajar.... Iván
Me atraganté con el siguiente bocado de pizza.
Es que me supo mal irme de la discoteca de esa manera y quería saber a que hora te podía localizar para hablar contigo - dijo Eva - lo que no me esperaba es que me vinieras a buscar al trabajo
Si, la verdad es que hay que hacer siempre caso a las madres - le dije yo pensando en el buen consejo que me había dado la mía.
¿Perdona? - dijo Eva
No, nada, cosas mias, cosas mias - le respondí mientras llenaba los vasos con agua
Por increible que parezca nos comimos las dos pizzas sin que mi barriga llegara a cabrearse por ello. Nuestra conversación fue de los mas entretenida. Tratamos todos los temas que a mi me gustaban.... videojuegos, manga, hasta le gustaba el blog de el escritor zombi, un paisano que se dedicaba a escribir historias en internet. Teníamos los mismos gustos y a su lado parecía que el mundo habia cambiado a mejor. El tiempo pasaba volando sin que nos diésemos cuenta.
Que te parece.... - dijo Eva - si vamos a la sala de juegos que está aqui al lado y echamos unas partidillas
Me parece perfecto - le contesté y nos levantamos para ir a pagar a caja
Me cobras todo a mi por favor - le dije a Jazmín
De eso nada monada - dijo Eva - aqui hemos comido los dos osea que pagamos los dos, nada de invitaciones, vamos a medias.... pero mañana que es mi cumple te invito yo a todo
No protesté ni nada parecido. Me gustó que ella no fuera la típica chica que deja que su novio lo pague todo, que nunca sabes se le gustas tú o tu dinero. Salimos del local después de despedirnos de Jazmín y entramos en la sala de juegos que estaba justo enfrente.
¿te hace un street figther? - me preguntó
¡Hecho! - le respondí
Comenzamos a luchar el uno contra el otro y ella me ganó la primera partida.
Por favor... - dijo Eva - si te dejas ganar no tiene gracia, no me defraudes, se que lo puedes hacer mejor...
Seguimos jugando y esta vez fui yo el que ganó la partida
Eres bueno cabronazo.. se nota que no es la primera vez que juegas a esto - dijo Eva - eres un experto
Y esperate a que seleccione a Chun Li como luchadora - le dije yo - te voy a dejar para el arrastre
Pasamos como una hora jugando a diferentes máquinas, hacía tiempo que no lo pasaba tan bien, cuando de pronto ocurrió lo que mi cuerpo había estado aguantando más de la cuenta. Un calambrazo en la barriga me hizo apretar el culo e instintivamente dirigí la mirada hacia el cuarto de baño, que con su puerta abierta parecía llamarme desesperadamente.
Mierda  - dije yo por lo bajito - tengo que dejarte un momentito, con tanta agua que tome con la pizza me han entrado ganas de ir al baño
Pero ven rapidito - dijo Eva - que se me ha ocurrido una cosa
Corrí al baño lo más rápidamente posible que se puede cuando vas apretando el culo y disimulando al mismo tiempo. Entré en el baño y pasé el pestillo para asegurarme de que no entraría nadie. Al ver la taza aquello daba asco, parecía que la gente se dedicaba más a mear por fuera que por dentro. Hice una gigantesca bola de papel higiénico y limpié la taza donde iba a posar mi culo.
La madre que los parió - dije mientras limpiaba aquella guarrada.
Me senté cuando parecía que ya no aguantaba más. Una concierto de pedos me hizo saber la contundencia del asunto. Tenía una diarrea impresionante, parecía una fabrica de chocolate líquido.
Ay que me muero - decía mientas no paraba de echar mierda
El olor era asqueroso y cada vez que me intentaba incorporar pensando que ya había terminado me venían ganas de empezar de nuevo y venga a cagar sin parar.
Dioooos, no vuelvo a dejar la salsa de mi madre fuera de la nevera, ni quiero saber nada mas de picaaan.... teeeee.... - y al decir esto parece que la hecatombe llegó a su fin. El culo me escocía como si me hubiera quedado en carne viva. Eche la mano al papel higiénico y me quedé con un ridículo trozo en ella. Concretamente el último trozo del rollo.
Pero que coño - dije pensando en la gran bola que había hecho antes para limpiar la taza - está claro que mi teoría sobre el papel higiénico y mi suerte es cierta
Miré a mi alrededor y además de las pintadas en las paredes, algunas un tanto obscenas, no había nada que me sirviera para limpiarme el culo. Pasé aquel minúsculo trozo de papel y salió completamente lleno de mierda. Rompí el rollo de carton donde había estado enrollado el papel y me limpié también con el, aunque no resultó nada agradable su roce.
Si al final va a ser verdad... hoy me va a pasal algo malo - pensé yo cuando alguien aporreó la puerta
¡Es para hoy! - gritó un desconocido
Cojonudo - dije yo - ¡un momentito que ya salgo!
No se me ocurrió nada mejor que quitarme el calzonzillo y usarlo como toalla improvisada. Lo mojé un poco y me limpié con el. Era asqueroso pero no quería andar con el culo lleno de mierda en una de las mejores citas de mi vida. Tire el calzoncillo dentro del water y al usar la cisterna el agua comenzó a ascender mientras alguien fuera volvía a aporrear la puerta. Bajé la tapa y salí de alli.
Joder tio... - dijo un bajito de gafas - que sólo hay un baño
Suerte - le dije apresurando el paso
Dios, que peste - dijo aquel tontito cerrando la puerta de mala gana
Será mejor que nos vayamos - le dije a Eva que me estaba esperando tomando el aire en la puerta del local
Vale, tengo un plan - dijo ella sonriendo
¡Hijo de puta! - se escuchó decir desde el cuarto de baño
¿Y cual es ese plan? - le pregunté mientras salíamos casi como huyendo del local
Vamos a mi casa, quiero enseñarte algo - me dijo ella
¿A tu casa? - le dije - y después soy yo el que va rápido...
Tonto - dijo Eva - cuando lleguemos lo entenderás
Cogimos el autobus para llegar a su casa ya que ella no vivía en el barrio. Nos bajamos 20 minutos más tarde, en una barriada de edificios antiguos de dos plantas.
Esta es mi casa - dijo Eva abriendo la puerta - no es gran cosa pero para mi llega de sobra. A ver si ves algo en el salón que te llame la antención.
Al entrar, un recibidor lleno de fotos de Eva con sus amigos y familiares. En una de ellas salía una niña pequeña abrazada a un hombre muy sonriente. Supuse que sería su padre, no quise preguntar. En todas las fotos salía siempre sonriente. Abrió la puerta que daba acceso al salón. Una gran pantalla plana acompañaba a una ps3 y una ps2 frente a un gran sofa cama todavía abierto, sin recoger
Perdona el desorden, trabajé de mañana y no hice la cama antes de salir, de todos modos esta es la cama de invitados, yo tengo el dormitorio arriba, pero uso más este sofa por que me pongo a jugar y me gusta ponerme comoda  y...- dijo Eva apresurándose a regocer un poco
Tranquila, si vieras mi piso como está a veces... - dije pensando en que si no fuera por mi madre lo tendría hecho un auténtico asco
En una pared, apoyada, una gran máquina arcade del double dragon, con un enorme jarrón al lado lleno de monedas de cinco duros.
Pero... eso de ahí - dije yo acercándome
Espera que la enciendo - dijo Eva mentiendo su mano por detrás de la máquina.
La pantalla se encendió y aparecieron las letras del título y los muñecotes de los hermanos protagonistas
Dios mio... el double dragon... mucho tengo jugado yo a esta máquijna... cuantas tardes pasé en el bar de la esquina... - exclamé poniendo las  manos sobre el joystick y acariciando con la punta de los dedos los botones - ¿pero como la has conseguido?
Digamos que los chicos haceis muchas tonterías por las chicas - dijo Eva riendo
Genial - dije yo - regalo de un exnovio... tomo nota.... ¿por qué no tienes novio verdad...?
Claro que no idota - dijo lanzándome un cojín del sofa cama que estaba recogiendo - vete echando monedas que ahora voy
Cogí una moneda de cinco duros y la miré recordando tiempos pasados, cuando con una de esas monedas te tirabas la tarde jugando hasta que te acababas el juego. Metí unas cuantas y el sonido que hacían al caer me hizo sentir como un niño de nuevo.
¡Vamos alla! - dijo Eva dándole al botón de dos jugadores
Comenzamos a jugar. Cada vez que a uno se le acababan las vidas le echaba mano a una moneda del jarrón para continuar partida. Fue una de las partidas más divertida de mi vida, a veces me mataban por que me quedaba apampanado mirando a Eva, como si no pudiera creerme que existiera una mujer asi. Era perfecta para mi. Casi sin darnos cuenta habíamos llegado al final del juego
¿Sabes qué pasa ahora? - preguntó Eva mirándome fijamente a los ojos
Sí - le dije yo - los dos hermanos deben pelear para ver quien se queda con la chica
Comenzamos a pelear y Eva me ganó. Inmediatamente levantó los brazos al cielo como símbolo de victoria.
Te prometo que no me deje ganar, has ganado justamente - le dije
Si - me dijo Eva - pero el que se queda con al chica eres tú
Ella me miró. Yo la miré y casi como si de una necesidad se tratara comenzamos a besarnos apasionadamente. Me subió la temperatura corporal de golpe y fué en el momento, cuando me subió otra cosa, cuando recordé que no llevaba calzonzillos.
Dios mio - dijo Eva apartándose al sentir que algo habia tomado vida propia en mi
Yo... perdón... no.... bueno, sera mejor que me vaya - le dije dándome la vuelta avergonzado
Evá se acercó a mi, alargó su mano acariciando mi espalda, volviendo mi cara hacia ella y dándome un mordisco en el labio me dijo - creo que ya somos mayorcitos
Me cogió de la mano, volvió a abrir el sofa cama que antes habia cerrado y nos dejamos llevar por la pasión. Entre besos nos desnudamos y durante los siguientes 30 minutos estuve en el cielo, flotando entre nuves blancas en compañía de un ángel. Como me gustaba el cielo, decidi volver a el varias veces.
Eres incansable - me dijo Eva sonriendo
Y tu eres preciosa - le contesté desde mi corazón - la verdad es que no esperaba acabar así hoy
Ni yo tampoco, pero algo me decía que tenía que hacerlo - respondió Eva - que si te dejaba marchar me arrepentiría. Ahora sé que recordaré este dia como uno de los más maravillosos de mi vida.
Nos fundimos en un beso y cuando abrí los ojos un reloj  me recordó algo de lo que me habia olvidado.
¡Mierda...!  - exclamé echándome la mano a la frente
¿Qué pasó? - preguntó Eva
Dentro de una hora entro a trabajar - le respondí mientras me incorporaba
No te vayas... quedate conmigo - dijo Eva
No puedo - le respondí - además le cambié el turno a mi compañero Luís, que me lo pidió el otro dia.... no puedo dejarle tirado...
Era broma - dijo Eva observando como me vestía - si coges el autobus que pasa dentro de 15 minutos llegarás a tiempo
Eso espero - le dije sin dejar de mirarla ni un segundo para quedarme con su imagen grabada.
Me acomodé junto a ella por última vez antes de irme y después de darle un beso le dije - mañana te voy a buscar al trabajo y celebramos juntos tu cumple. No habrá más cumples tristes.
Ella me miró y devolviéndome el beso me dijo - te esperaré el tiempo que haga falta, no hace falta que apures si ves que llegas tarde
Tranquila - le dije mientras salia por la puerta - no va a pasarme nada malo
Eva se tumbó en la cama después de verme salir con una enorme sonrisa en la cara pensando en lo bien que lo habíamos pasado y se durmió sintiendo una inmensa felicidad sin imaginarse lo que iba a ocurrir.