Rondan el cementerio

martes, 4 de enero de 2011

Hijos de la luz cap. 2

"Reencuentro"

Despierta, sé que estás de vacaciones pero tu abuelo tiene que ir a hacer unas compras y no quiero que se enfríe el desayuno tan delicioso que te he preparado - dijo un hombre de avanzada edad, cuyo pelo y barba eran totalmente blancos. La chica que estaba tumbada en la cama estiró sus brazos y con una sonrisa respondió a la mirada de su abuelo.
¿Leche con chocolate y un croisant a la plancha embadurnado de mantequilla y mermelada? - preguntó la chica.
Muy importante que la mermelada sea de fresa - dijo el abuelo
Importantisimo, abuelo Suso, importantisimo, sabes que no me gusta otra - la chica saltó de la cama poniéndose las zapatillas apresuradamente debido al hambre que le había entrado al pensar en tal glorioso desayuno.
Los dos se dirigieron a la cocina, la chica seguía estirando los brazos mientras bostezaba y caminaba de manera torpe debido a un despertar prematuro.
Sabes abuelo Suso - dijo la chica - ayer tuve otro de esos sueños raros, de los que suelo tener a veces.
Cuentamelo Estrella, sabes que esos sueños me interesan mucho - dijo el abuelo Suso mostrando interés a la vez que se sentaba frente a su nieta.
Verás - respondio Estrella mientras removía la leche con una cucharilla - era como si estuviera en otro planeta, iba agarrada a otro ser... es extraño, es como si entre ese ser y yo hubiera una relación, parecía que fuesemos pareja y estabamos escapando de algo. Después apareció otro de esos seres golpeandonos, caimos al suelo, yo me hice mucho daño y no se que pasó, comenzaron a luchar entre ellos y en un momento en que los dos estaban agarrados, vi como una espada, creó que me golpeó violentamente con ella y se acabó el sueño... sólo pude ver al otro ser que me acompañaba, su mirada...
¿Que le pasaba a su mirada, Estrella? - preguntó el abuelo Suso.
Aquel ser... comenzó a llorar, como si le hubieran arrebatado lo más importante para el, más importante incluso que su propia vida... creo que me quería, que me amaba y me perdió, sus ojos, su mirada, desprendían mucho amor y dolor al mismo tiempo... no sé, me desperté por que sentí algo muy fuerte en el pecho, mi corazón latía con mucha fuerza, parecía que se me iba a salir del pecho en cualquier momento...
Bueno, otro sueño más para la lista, debes apuntarlo en la libreta que te di para recordarlo, los sueños siempre tienen algún significado, algunos incluso se hacen reales, no lo olvides, debes apuntarlos todos, quizas algún dia entiendas el por qué de esos sueños - dijo el abuelo Suso - hazme caso y apuntalo después de desayunar.
Pues ya llevo unos cuantos apuntados, siempre que la luna brilla más de lo normal tengo un sueño raro ¿ te diste cuenta abuelo? pero es que además, despúes tuve otro sueño - dijo Estrella - soñé con un chico al que no conozco de nada, en mi vida lo he visto.
El abuelo Suso se levantó golpeando sin querer la mesa y derramando un poco de la leche del vaso.
¡Ey! - dijo Estrella- no te enfades... a ver si ahora no voy a poder soñar con chicos
Voy a hacer unas compras y después quiero que hagas las maletas, ha llegado el momento de hacer un viaje - dijo el abuelo - tenemos que ir a ver a alguien.
¿Puedo ir a la peluquería al menos? tenía cita para la 12:30 - preguntó Estrella
Esta bién, un cambio de imagen no te vendría mal, ellos pueden llevar tiempo escondidos, vigilándote, esperando el despertar - dijo el abuelo
¿Ellos?¿despertar? ¿de que hablas? - preguntó estrella llevándose un trozo de croisant a la boca
Lo sabrás pequeña, lo sabrás - el abuelo se dió la vuelta y abandonó la cocina.
Este abuelo... con lo años ya me empieza a chochear - pensó Estrella masticando el croisant y dándole un sorbo a la leche.

UNOS DIAS MAS TARDE...

Veamos - dijo el médico ojeando su libreta y todo lo que había apuntado en ella. Delante de el, sentados en sus respectivas sillas, Miguel y sus padres le miraban impacientes.
Según tus sueños, una vez fuiste un... ¿velociraptor? - preguntó el doctor mirando a Miguel por encima de sus gafas.
Cierto, ese fue mi primer sueño cuando tenia 10 años - respondió Miguel.
Y tenías una pareja... - el médico tragó saliva - y claro, os perseguía un tiranosaurux hasta que un dia, se escuchó un gran golpe, la tierra entera tembló y todo se volvió oscuro...
Exacto - respondió Miguel moviendo la cabeza afirmativamente.
¿Me quieres decir que viviste en primera persona la extinción de los dinosaurios? y, bueno, en otro sueño... ¿dices que estabas en egipto? - preguntó el médico mientras pulsaba repetidas veces botón de su boligrafo.
Si, en la época de los faraones, ese sueño estuvo interesante - dijo Miguel.
Pero dices que te adoraban como el dios Sol... dices que tú mismo ¿construiste las pirámides? - preguntó el médico dejando su boca entreabierta, volviendo a mirar a los padres de Miguel como esperando una reacción que no llegaba.
Si, tenía como poderes, me los daba el Sol, yo mismo coloqué los bloques y les di forma, esa parte del sueño me encantó, era como un superheroe  - dijo Miguel entusiasmado, moviendo sus brazos, como si colocara bloques de piedra en el aire.
Y lo mismo hiciste con los Mayas... es más, dices que la tumba del astronauta de Palenque se hizó para ti... me quieres decir que estás alli enterrado.. bueno, momificado... - el médico comenzó a escribir en su libreta, mas bien haciendo tachaduras para disimular que escribía algo.
Si, es raro verdad, pero es que mis sueños reflejan otras vidas, no le puedo asegurar que sean mias, la verdad, no tengo ni idea de por qué tengo estos sueños - dijo Miguel llevandose la mano a la cabeza, rascándose -  por eso estamos aqui, mis padres se empeñaron en venir por que a veces me despierto en plena noche gritando y bueno... supongo que les preocupare un poco
Lo que está claro es que en todos los sueños hay un elemento común - dijo el médico mirando otra vez a los padres de Miguel - siempre hay una mujer y siempre sientes una imperiosa necesidad de protegerla... ¿protegerla de que?
No lo sé - dijo Miguel colocando su mano sobre el corazón - siempre hay alguien que nos quiere hacer daño, parece como si su único fin fuera acabar con nosotros, sobre todo con ella, y yo siento que mi deber es protegerla... además... es increible, siento que la amo, que estoy completamente enamorado de ella...
Sentimientos... quieres decir que después de despertarte aún siente algo - preguntó el médico
Parece una locura, pero mi corazón siempre va a mil por hora cuando me despierto - respondió Miguel
¿A que te dedicas ahora Miguel? - preguntó el médico
Pues trabajo en una pizzería para ganar un poco de dinero, no mucho, pero para mis gastos llega de sobra. Ahora que comenzaron las vacaciones de verano y puedo aparcar los estudios, puedo trabajar mas horas y ganar más dinero - respondió Miguel
Nuestro hijo es muy aplicado, aprobó todas las asignaturas con buena nota y aún por encima trabaja para cubrir sus gastos, no nos pide ni un solo euro, estamos muy orgullosos de lo responsable que es - dijo su madre sonriendo mirando a su marido.
Y quiere ser astronauta - dijo su padre - o astronomo
Trabajas para cubrir tus gastos ¿ tienes vicios? - preguntó el médico
¿Vicios? - dijo Miguel - pues ni fumo, ni bebo... bueno, he bebido en ocasiones muy especiales, con los amigos, tengo pillado alguna que otra borrachera, mis padres lo saben, me han tenido que venir a buscar un par de veces... pero juro que sólo fueron esas 2 veces
Los padres de Miguel se reían recordando la última vez cuando en el cumpleaños de un amigo se tomó alguna que otra cerveza de más y tuvieron que ir a buscarlo para  llevarlo a casa. Fue todo el camino cantando que algún dia volaría hasta el Sol y repitiendo nombres de estrellas y planetas. Los padres de Miguel también habían sido jovenes y eran bastante permisivos. Ellos tambíen se habían emborrachado alguna vez en alguna fiesta cuando eran jovenes.
Hijo... no hablo de este tipo de vicios - dijo el médico seriamente - ¿saben tus padres que tomas drogas?
Miguel se quedó asombrado ante la pregunta del médico, mirando a sus padres que también reaccionaban con asombro.
Pero... ¿como se atreve? - dijo el padre de Miguel levantándose
Su hijo sufre fuertes alucinaciones - dijo el médico - y aún por encima disfruta con ellas, las vive como si fueran suyas... esto es obra del consumo de drogas.. ¿qué tomas? ¿fumas marihuana? ¿pastillas?
Por dios, vamonos de aqui - dijo la madre de Miguel levantándose y agarrando a su hijo - ya te dije que no debíamos venir al médico
Se equivoca totalmente - dijo Miguel al médico - mis padres me han educado lo suficientemente bien como para no caer tan bajo, yo no tomo ningún tipo de droga, ninguno de mis amigos lo hace... creo que ha tomado usted más drogas en su vida de lo que pude haber tomado yo en todas mis vidas anteriores si es que alguna vez lo hice en el pasado...
¿Ven ustedes? - dijo el médico - está hablando como si las vidas de los sueños fueran suyas... como si fueran reales...
De pronto el médico, que se había puesto de pie, se dejó caer en la silla, con la boca abierta, los ojos mostrando asombro y temor al  mismo tiempo. Frente a el, Miguel le miraba con desprecio, enfadado... lo que no sabía Miguel, ni sus padres, que no podían verlo al estar Miguel de espaldas a ellos, es que sus ojos se habían vuelto completamente rojos y emitían un fuerte brillo. En unos segundos volvieron a la normalidad. Miguel se dió la vuelta y abandonó la clínica con sus padres.
Vayámonos a casa hijo, siento haberte hecho pasar por esto, es que tus sueños me preocupan - dijo el padre de Miguel - sólo quería una opinión médica para asegurarme de que no pasaba nada malo
Tranquilo papa, tranquilo, no pasa nada - dijo Miguel - y no te preocupes por mis sueños, la verdad, los sueños no son mas que eso, sueños, y no creo que pueda pasarme nada malo por soñar.
Miguel volvió a casa con sus padres y disfrutó de una placentera comida en compañía de su familia. Nadie habló de lo que había pasado en la consulta del médico. En esa casa no había sitio para los malos rollos, el buen ambiente familiar era constante. Miguel observaba a sus padres mientras hablaban, como su padre volvía a contar una de sus aventuras de cuando era joven, como había impresionado a la que era por aquel entonces su novia, ahora su exposa y como ella decía que era un exagerado, que no había pasado asi. Las risas eran constantes. Para ellos nada había sucedido esa mañana.
 Miguel se fue a su cuarto después de ayudar a su madre a recoger los platos. A las 16:00 comenzaba a trabajar en el turno de tarde en la pizzería y quería descansar un poco.
Al tumbarse en la cama, se puso los cascos para escuchar un poco de música de la que tenía almacenada en su MP3 y al cerrar los ojos una imagen le vino a la cabeza. Un chica, la misma con la que llevaba dias soñando. No quería abrir los ojos por miedo a perder la imagen que tanto lo gustaba ver. ¿Quien sería aquella misteriosa chica?¿por qué aparecía ahora en su mente?. El cansancio hizo que Miguel comenzara a quedarse dormido y cuando la imagen de la chica estaba desapareciendo y la oscuridad lo ocupaba todo, unos ojos aparecieron de la nada, observando a Miguel con un infinita maldad. Un fuerte chillido hizo que Miguel se levantara de golpe arrancándose los auriculares de los oidos. Aquel chillido no venía del MP3, venía de aquel ser que le miraba con odio desde la oscuridad. Al cabo de una hora en la que Miguel no pudo volver a cerrar los ojos, se levantó de la cama y se dirigió al trabajo en bicicleta. La pizzería donde trabajaba se encontraba a 3 manzanas de alli, en 5 minutos llegaba sin problemas. Al entrar por la puerta su compañera  Eva le saludó alegremente.
Aqui llega el pizzero más rápido del mundo - dijo Eva mientras estiraba una masa de pizza - espero que seas tan rápido cambiándote como haciendo las pizzas... por que me quiero pirar pero ya...
Tú siempre tan apurada - respondió Miguel - pues aún me quedan 15 minutos para entrar a trabajar ¿has vuelto a quedar para comer con tu maravilloso novio?
Ummmm, maravilloso es poco... cuando estamos en la cama me hace volar hasta... - dijo Eva
¡Esos son temas que no me interesan! - dijo Miguel apresurando el paso, pasando avergonzado entre la gente que estaba comiendo en ese momento y lo había escuchado todo.
¡Pues no haber preguntado! - dijo Eva lanzando la masa al aire
Miguel se cambió y le hizo el relevo a Eva que ya había metido la pizza en el horno. Marcos, el repartidor, que acababa de llegar de llevar un pedido, saludo a Miguel con una sonrisa de oreja a oreja.
¿Ya llegó Jacobo? - preguntó Marcos
Pues va a ser que no - respondió Eva
Joder, que tio, siempre llegando tarde - dijo Marcos colocando el casco en la repisa de mala gana.
Tengo un pedido para domicilio - dijo Leticia, la telefonista que se encargaba también de servir las mesas
Mierda - dijo Marcos - pues ya puedes tardar en hacerla Miguel, por que si este no llega la voy a tener que llevar yo y salir mas tarde de la hora...
Laura, la telefonista del turno de tarde entró por la puerta .
¿Que? - preguntó  mirando a Marcos- ¿otra vez llega tarde? por que tu cara es un poema
Marcos asintió moviendo la cabeza de arriba abajo. Laura le sonrió y se fue a cambiar, saludando con la mano a Miguel, Eva y Leticia al pasar.
Intentaré tardar lo máximo que pueda - dijo Miguel - pero sabes que tenemos un tiempo límite para entregar los pedidos a domicilio
Me cago en todo - dijo Marcos
Miguel comenzó a estirar la masa de la pizza. Le dio forma redonde le hizo los bordes y comenzó a lanzarla al aire. No era necesario lanzarla, pero quedaba bonito, a los clientes les gustaba ver como volaba la masa de la pizza. De pronto entró Jacobo corriendo, chocando sin querer con una pareja que acababa de entrar.
Perdón, perdón - dijo Jabobo juntando sus manos como si fuera a rezar - es que llego tarde, perdón, mil perdones
Miguel levantó la vista al darse cuenta del incidente. Jacobo pasaba corriendo delante suya. Un señor mayor, de barba y pelo blanco se quedaba mirando a Jacobo y a su lado una chica que a Miguel le resultaba familiar. Se había hecho algo en el pelo, la recordaba con pelo castaño, pero se habia hecho unas mechas rubias que no le quedaban nada mal.
Abuelo, no entiendo por que venimos a Pontevedra desde Andorra, no entiendo por que venimos a esta pizzería y no entiendo por que no me cuentas nada de lo que está pasando - dijo reponiéndose del empujón
De pronto Miguel se dió cuenta de quien era esa chica. Llevaba noches soñando con ella, lanzó la pizza al aire, lo que hizo que la chica le mirara. Sus miradas se cruzaron y es ese momento algo el en cerebro de Miguel y Estrella se activó, como si fuera un disco duro que hubiera estado guardando información durante años, siglos, milenios... miles de imagenes pasaban  por la mente de Miguel y Estrella a la velocidad de la luz. La masa de la pizza cayó por efecto de la gravedad sobre la cabeza de Miguel.
Yiremma - dijo Miguel recordando su último sueño
Jorim - respondió Estrella
De pronto, los dos jovenes se cayeron al suelo desmayados ante la sorpresa de los alli presentes. El abuelo Suso se arrodilló ante su nieta y cogiéndola de la palma de su mano donde una luna brillaba dijo:

El despertar ha comenzado.

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